La dura crisis cambiaria que vive Argentina ha generado una inesperada consecuencia: miles de extranjeros cruzan la frontera para comprar productos de primera necesidad, un fenómeno que deja contentos a los comerciales trasandinos, pero preocupados a los locatarios y autoridades de zonas limítrofes de Chile y Uruguay.
Se trata del denominado "turismo de supermercado", que ha llevado a chilenos y uruguayos a concurrir en masa a tierras trasandinas para abastecerse, producto de un tipo de cambio que permite acceder a productos a un precio mucho más atractivo que en sus países de origen.
Pese a que el intercambio entre localidades chilenas y argentinas en el sur austral es una práctica normal,
el fenómeno se ha ido incrementando y extendido hacia el norte. Razón de ello, es que ante las largas filas y esperas, se buscan alternativas en otros pasos fronterizos. Es el caso -según consignó El Mercurio- de Cardenal Samoré, en la Región de Los Lagos, en que las personas viajan a Bariloche o Angostura. Lo mismo para el paso de Puyehue que alcanzó el peak de casi cuatro mil personas.
Ante este escenario, el comercio en las comunas cercanas a estas zonas, acusan un fuerte impacto por la falta de compradores locales.
Según dijo la presidenta de la Cámara de Comercio y Turismo de Coyhaique, Daissy Mondelo a El Mercurio, "hay un enorme impacto por las bajas ventas. En la región hay cero reactivación económica. Muchos están muy complicados después de esta pandemia. Y ahora viene esta competencia desleal en Argentina. El comercio de Chile Chico, por ejemplo, está terriblemente complicado".
Situación compleja que también abordó el presidente de la Cámara de Comercio de Osorno, Rodrigo Ibañez, quien enfatizó que "siempre hay un efecto, son recursos que de no ser por esta coyuntura tendríamos a pensar que se gastan en el comercio local, sin embargo, en términos agregados, creo que es marginal".
Situación similar es la que se vive en Uruguay. Mientras en Argentina temen por el desabastecimiento, los comerciantes uruguayos se quejan por la merma en sus ventas provocadas por el "turismo de supermercado", y el Gobierno de Luis Lacalle Pou ya anunció medidas.
Desde Uruguay afirman que el fenómeno no es reciente, pero que ahora son más los connacionales que llegan a cargar por completo el estanque de combustible, además de la compra de productos y alimentos.
"Estamos con un problema en la frontera, porque los precios de bienes argentinos son extremadamente baratos, y naturalmente los vecinos consumen donde les es más barato. Eso nos genera un desequilibrio y los comercios de nuestra frontera son castigados", sostuvo el Mandatario uruguayo.
Para contrarrestar, anunció varias iniciativas para apoyar a comerciantes de las ciudades limítrofes, entre las cuales están descuentos en combustibles, farmacias y estímulos al empleo.
En detalle, por ejemplo, amplió la Ley de Frontera, que beneficia a cerca de 10 contribuyentes, con exoneración de distintos impuestos. También, la capital, Montevideo, reducirá de manera impositiva a los combustibles que estará vigente en estaciones de servicio ubicadas en un radio de 20 kilómetros máximo de los pasos fronterizos terrestres.
