Los negociadores por el techo de deuda entre el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el titular de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, se reanudaron en el Capitolio este martes, pero los republicanos denunciaron una "falta de urgencia" por parte de la Casa Blanca para resolver el impasse presupuestario a tiempo, y así evitar un "default" federal potencialmente caótico.
Faltando apenas una semana para que se cumpla el plazo del 1 de junio, el Presidente demócrata y el legislador republicano enfrentan una crisis financiera. La falta de un acuerdo, algo sin precedentes, provocaría el caos en los mercados financieros estadounidenses y penurias económicas en el país y el mundo.
McCarthy exhortó a su estrecha mayoría en la Cámara a "mantener la unidad" a pesar de sus divisiones internas mientras negocia el mejor acuerdo posible para los conservadores, dijeron legisladores al salir de la reunión puertas cerradas.
"Todavía no hemos llegado", dijo McCarthy en el Capitolio, y reiteró que no someterá a votación presupuesto alguno "que no gaste menos de lo que gastamos este año".
A los legisladores republicanos se les dijo que podían seguir adelante con sus planes de partir de Washington durante el receso del Día de los Caídos en Guerras, después de la sesión del jueves. Pero McCarthy les advirtió que estuvieran atentos por si era necesario regresar para votar.
Las negociaciones sobre el aumento del techo de deuda, que actualmente es de US$31 billones, están en su segunda semana y se suponía que jamás llegarían al borde de una crisis.
La Casa Blanca sostuvo desde el comienzo que no estaba dispuesta a hacer concesiones sobre la necesidad de pagar las cuentas de la nación y exigió que el Congreso elevara el tope sin más, como ha hecho muchas veces sin imponer condiciones.
Pero el nuevo presidente de la cámara, el republicano McCarthy, visitó a Biden en la Oficina Oval en febrero y lo exhortó a negociar un paquete que redujera el gasto fiscal y los déficit post pandemia a cambio del voto a favor de elevar el endeudamiento.
El cruce
La jornada de tratativas por el límite de deuda ha estado marcada por acusaciones cruzadas de irresponsabilidad entre demócratas y republicanos, que se reprochan mutuamente estar abocando al país al impago.
"Estamos realmente en una encrucijada en esta negociación, pero el presidente (Joe) Biden no se ha tomado este tema seriamente", criticó en conferencia de prensa el "número dos" de los republicanos en la Cámara Baja, Steve Scalise.
"Biden está tratando de reescribir la historia, insistiendo en que ha 'hecho su parte' sobre el límite de la deuda y que estaría 'libre de culpa' si EE.UU. no paga. Sin embargo, la verdad es que se negó a negociar durante más de 100 días. Que nadie se equivoque: cualquier impago sería su culpa", apuntó este martes el gabinete de McCarthy.
La Cámara Baja, bajo control de los republicanos, aprobó el mes pasado un proyecto de ley que aumentaría el techo de deuda a cambio de amplios recortes del gasto público, y los conservadores se apoyan en ese texto para reivindicar que le corresponde ahora al Senado y a los demócratas desbloquear la situación.
"Trabajamos durante meses para formar una coalición que aprobara un proyecto de ley que aborda el techo de deuda y también el problema de gasto de Washington. Y la respuesta de Biden que estamos viendo en estos últimos días es seguir sin poner ideas serias sobre la mesa", criticó Scalise.
Los demócratas, sin embargo, acusan al bando contrario de priorizar la política por encima de las necesidades de la gente y de utilizar el techo de deuda como rehén para intentar ver satisfecha su agenda.
"La mayoría ultraderechista quiere que la población estadounidense tome una decisión imposible: aceptar devastadores recortes o un devastador impago", recalcó la "número dos" de los demócratas en la Cámara Baja, Katherine Clark.
En su opinión, los conservadores "han fabricado una crisis para poder aprovecharse y amenazar a la misma gente a la que llegaron a Washington para ser sus representantes". "Este es mi consejo para el líder McCarthy: empieza a escuchar a la gente a la que representamos", concluyó.