El Banco Central publicó esta mañana la minuta de la Reunión de Política Monetaria (RPM) de mayo, en la que el consejo por unanimidad de sus miembros optó por mantener la tasa de interés en 11,25%, en busca de señales más claras de convergencia inflacionaria para comenzar a ajustar a la baja la tasa rectora.
En su análisis, los consejeros valoraron que las condiciones financieras internacionales habían "tendido a estabilizarse" con relación ala última reunión. Sin embargo, se mantenían muy sensibles a la nueva información, en un contexto de mayor incertidumbre.
"Los riesgos externos continuaban siendo elevados, tanto por la probabilidad de disrupciones mayores en el sistema bancario como por una optimista mirada de los mercados respecto del costo que tendría resolver el proceso inflacionario en los países desarrollado", señaló la minuta.
En el plano interno, se mencionó que el desarrollo del escenario macroeconómico iba en línea con lo previsto en el escenario central del IPoM de marzo, destacando que "la inflación total había vuelto a descender, empujada por los componentes más volátiles. Aunque había bajado de dos dígitos tras varios trimestres, permanecía en niveles altos".
Además, la evolución de la inflación subyacente seguía siendo un tema de preocupación. "Su variación anual se mantenía en niveles de entre 10 y 11%, valores de los que no había bajado en varios meses. En adelante no debería sorprender que la reducción de la inflación subyacente fuera bastante más lenta que la de inflación total", acotó el consejo del instituto emisor.
Asimismo, el consejo recordó que durante las últimas reuniones se había entregado un "claro mensaje respecto de la evolución futura de la TPM". Esto era que la tasa se mantendría en 11,25% hasta que el estado de la macroeconomía indicara que la convergencia de la inflación a 3% se había consolidado.
"Todos los consejeros concordaron en que, del análisis de los antecedentes, se concluía que todavía no había evidencia que permitiera afirmar que la convergencia inflacionaria se había consolidado. Por esta razón, la única opción plausible para esta reunión era mantener la TPM en 11,25%", subrayó la minuta.
Y si bien el consejo destaco que la marcha de la economía se ajustaba a los previsto en el IPoM de marzo, especialmente tras varios trimestres donde esa no había sido la tónica, coincidió en que "el hecho que la inflación total bajara y la actividad y el consumo siguieran ajustándose no eran indicativos de que el problema inflacionario se había resuelto. De hecho, solo daban cuenta de que se iba por el camino correcto y que aún debía acumularse información para evaluar si la convergencia de la inflación a la meta de 3% se había consolidado".
"Todos los Consejeros reiteraron la relevancia de los riesgos presentes, que podían llevar tanto a escenarios de mayores como de menores presiones inflacionarias. De cualquier forma, hubo acuerdo en que, en el contexto actual, los riesgos asociados a escenarios de mayores presiones inflacionarias eran particularmente complejos y costosos", cerró el documento.