El uso de efectivo disminuyó producto de la pandemia en el país, pero esta tendencia no continuó después de que se levantaron las restricciones sanitarias. Es que en 2022 el efectivo ocupó el segundo lugar en preferencias de pago, con un 79%. Esto es mayor a lo reportado en 2021 y 2022, de 60% y 62%, respectivamente, e incluso supera el nivel de preferencia observado entre 2017 y 2019, según una encuesta del Banco Central, que agregó que quienes prefieren el efectivo son adultos mayores y personas de niveles socioeconómicos bajos. Sin embargo, los encuestados se muestran poco satisfechos con la disponibilidad de billetes de $1.000 y $2.000 en los cajeros automáticos, y medianamente satisfechos con la de $5.000. Con todo, la tarjeta de débito continúa siendo el medio de pago predilecto.
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