Fue uno de los anuncios durante la última Cuenta Pública del Presidente Gabriel Boric pero no se había detallado en fechas. Ahora, el Gobierno despejó esas dudas y fijó que a partir de la primera quincena de julio se dejará de cobrar la tarifa de invierno las cuentas de electricidad de los clientes regulados (tarifa BT1 y TRAT1).
Sobre las tarifas mencionadas, se trata de la más simple. Es aquella que solo mide la energía consumida por el cliente y no existe ningún cobro directo de la potencia demandada. Se puede optar a esta tarifa si el cliente tiene un suministro en baja o alta tensión y una potencia conectada inferior a 10 kW, para consumo residencial.
Pese al anuncio, la medida no ha dejado indiferente a los expertos en la materia y ex autoridades ya que se sembraron dudas respecto a quienes serían finalmente los beneficiarios.
En ese sentido, se expresaron reparos por la supuesta regresividad de su implementación, ya que beneficiaría a los clientes de mayor consumo, lo que se asume que serían personas de mayores recursos.
Pese a ello, el anuncio del Ejecutivo se enmarca en un contexto en que por tres años se mantuvieron congeladas las tarifas eléctricas. Primero, por los efectos del estallido social en 2019, y segundo por los efectos de la pandemia. Ahora, en cambio, las cuentas de la luz volvieron a su normalidad.
Con todo, el Gobierno informó que la implementación de esta medida se concretará tras un acuerdo alcanzado entre el Ministerio de Energía y las compañías integrantes del gremio Empresas Eléctricas A.G., que suministran a cerca de un 96% de los clientes regulados.
Al respecto, el ministro de Energía, Diego Pardow, valoró el compromiso alcanzado "que permitirá beneficiar a un número significativo de clientes residenciales durante los meses de invierno y que viene a dar cumplimiento a uno de los compromisos asumidos por el Presidente Gabriel Boric en la cuenta pública del pasado 1 de junio".
El secretario de estado añadió que este anuncio está alineado con la meta de Chile de ser un país carbono neutral al año 2050. "La eliminación de la tarifa de invierno es una oportunidad para diseñar nuevas herramientas que fomenten la inversión en tecnologías de calefacción eficientes, asequibles y sostenibles", explicó.
Asimismo, Pardow agregó que "nuestras políticas climáticas exigen que fomentemos la electrificación en reemplazo de la calefacción con energías provenientes de combustibles fósiles, lo que permitiría disminuir los niveles de contaminación atmosférica e intradomiciliaria, principalmente en las ciudades del sur de Chile".