La tercera Cumbre de la Unión Europea con la Comunidad de Países de Latinoamérica y el Caribe (Celac-UE) congregó en Bruselas -Bélgica- a distintos líderes, en el marco de los esfuerzos por modernizar y estrechar lazos entre ambos continentes. Todo esto con un contexto internacional cada vez menos propicio para grandes acuerdos como telón de fondo.
Desde la última reunión, hace ocho años atrás, acontecimientos como la pandemia, o la salida de Brasil de la Celac en 2020 -bajo el mandato del ex presidente Jair Bolsonaro- habían mermado las relaciones entre ambas regiones.
Asimismo, las divergencias entre dirigentes latinoamericanos respecto de la invasión de Rusia a Ucrania parecían lastrar el consenso necesario para un documento final, mientras en paralelo la UE buscaba nuevos aliados políticos y económicos a propósito de la guerra y el recelo hacia China.
Transición energética
Así y todo, las cuentas finales de la cumbre revelan que una de las materias que se tomó la agenda fue la transición energética -cabe mencionar que la Celac es más un grupo de coordinación de políticas que un bloque organizado-. De hecho, la cumbre permitió a varios países de la región -entre ellos, Argentina, Ecuador, Honduras, El Salvador, y Uruguay- concluir la cumbre con un acuerdo marco que regulará sus relaciones con el viejo continente.
El Presidente de Argentina, Alberto Fernández, firmó un memorando de entendimiento con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que marca líneas clave de cooperación energética en las áreas de hidrógeno, y sus derivados, energías renovables, eficiencia energética, gas natural y gas natural licuado."En beneficio de nuestro crecimiento y generando empleo, podemos ser proveedores confiables en la transición hacia energías limpias y renovables", escribió Fernández en su cuenta de Twitter.
En el caso de Ecuador, el canciller Gustavo Manrique, suscribió un memorando de entendimiento para mejorar el diálogo político y sectorial, además de la cooperación para la próxima década con el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, en presencia del presidente de dicho país, Guillermo Lasso.
Por otro lado, con
Honduras y El Salvador, Borrell firmó acuerdos más sucintos que sientan las bases para un diálogo político bilateral mediante "consultas periódicas". En el caso de El Salvador, el alto representante firmó el acuerdo con la canciller
, Alexandra Hill Tinoco, mientras que en lo que respecta a Honduras lo hizo con el ministro de Exteriores,
Enrique Reina.
Borrel ha insistido en que El Salvador es un socio "fiable" de la UE pero ha ahondado en que debe ser un país "más justo" y aumentar la "transparencia" y la "gobernanza democrática". Respecto de Honduras, el jefe de la diplomacia ha indicado que el objetivo es aumentar la lucha contra la deforestación y tener relaciones "más profundas" y "fructíferas" con el país centroamericano, a través de un "diálogo abierto y regular".
Asimismo, la UE y Uruguay firmaron este martes en Bruselas un memorando de entendimiento que sienta las bases para futuras inversiones en energías renovables, eficiencia energética e hidrógeno renovable en el marco de la iniciativa comunitaria Global Gateway.
El ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay, Francisco Bustillo Bonasso, y la comisaria europea de Energía, Kadri Simson, sellaron el acuerdo en presencia del presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, y la presidenta de la Comisión Europea.
Por otro lado, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, acordó este martes en Bruselas con el primer ministro de Portugal, António Costa, una hoja de ruta para la producción de energías limpias y le extendió una invitación para que visite el país andino el próximo año. Además, en una misiva que Petro entregó a Costa, le invitó a llevar a cabo una visita oficial a Colombia en el primer semestre de 2024 con el fin de avanzar en la agenda binacional que, entre otros temas de interés, tiene las energías limpias como uno de los pilares, informó la Presidencia colombiana en un comunicado.
Acuerdo de modernización con Chile
En ese contexto, en la instancia también se destacó el acuerdo de modernización alcanzado entre el bloque y nuestro país, el que se encuentra a la espera de la ratificación del Consejo Europeo para su entrada en vigencia a fin de año.
La reciente visita de Von der Leyen a Chile confirmó la relevancia de este histórico acuerdo que sirve de referencia para las relaciones entre la UE y América Latina.
El texto posee mejores condiciones de acceso y la inversión sostenible en materias primas fundamentales, como el litio, que contribuirán a impulsar el objetivo común de lograr una transición energética respetuosa del medioambiente.
UE al Mercosur
La antesala del encuentro en Bruselas estuvo marcada por las largas negociaciones para un acuerdo de la UE con el Mercosur, que a pesar de haber comenzado en 1999 y llegar a un acuerdo en principio en 2019, aún sigue sin concluirse.
Frente a esto, el mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quien asumió este mes la presidencia pro tempore del Mercosur, esperaba que la cumbre de Celac-UE fuera el "pilar" para que se concluya el acuerdo entre los dos bloques, en medio de disyuntivas que aún persisten entre ambas partes.
En esa línea, el canciller alemán, Olaf Scholz, se mostró convencido este martes al final de la cumbre UE-CELAC de que una vez se supere "algún que otro pequeño obstáculo" será posible llegar pronto a un acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y el Mercosur.
"Estoy convencido de que hemos ganado ahora tanto impulso, también gracias a la cumbre, que es posible esperar que pronto haya un resultado", dijo Scholz, quien también expresó su esperanza de que "aunque todavía queda algún que otro pequeño obstáculo por eliminar, el impulso lo hará posible".
Scholz se mostró asimismo satisfecho por el hecho de que la "cooperación amistosa" con el Presidente brasileño, Luis Inácio Lula da Silva, "haya encontrado aquí continuidad" y avanzó que acordaron verse pronto de nuevo, en la reunión del G20 en la India, así como en las consultas gubernamentales germano-brasileñas en diciembre en Alemania.
El primer ministro de Portugal, António Costa, destacó el trabajo realizado por Lula da Silva, y aseguró que ambos países analizan cómo "ayudar" a que el Mercosur y la Unión Europea (UE) "se aproximen" y se pueda ratificar el acuerdo entre ambos bloques. "Hablé varias veces a lo largo de estas intensas horas con el presidente de Brasil, también sobre Mercosur pero también sobre las relaciones bilaterales y la forma en la que tanto Portugal como Brasil pueden ayudar a que el Mercosur y la UE se aproximen", afirmó.
La Comisión Europea aprovechó la cita para trasladar a América Latina y el Caribe que las instituciones y Estados miembros de la UE invertirán 45.000 millones de euros en la región hasta 2027 a través de su programa Global Gateway, en áreas como materias primas, infraestructuras tecnológicas, energías limpias o sanidad.