La agencia clasificadora de riesgo Fitch Ratings informó esta tarde que mantuvo la nota de la deuda soberana de Chile en la categoría "A-" con perspectiva "estable", lo que significa que nuestro país está a seis peldaños de la máxima clasificación y se ubica en el grupo de naciones con "grado medio superior" en la escala que mide la capacidad de pago de su endeudamiento soberano.
Según indicó la entidad, entre los principales factores determinantes para su decisión se encuentra que las calificaciones de Chile están respaldadas por
"un balance soberano relativamente sólido, con una deuda pública/PIB muy por debajo de sus pares, sólidos indicadores de gobernabilidad y un historial de políticas macroeconómicas creíbles centradas en un régimen de metas de inflación y un tipo de cambio flexible".
"Estos puntos fuertes se ven contrarrestados por una renta per cápita que, según las previsiones de Fitch, se mantendrá baja en relación con sus homólogos, una elevada dependencia de los productos básicos y unos débiles indicadores de apalancamiento externo y liquidez", expuso la entidad.
Por otro lado, también mencionó que Chile está preparando un segundo borrador de una nueva Constitución que se someterá a votación este diciembre, tras un primer intento fallido en 2022. "En opinión de Fitch, el nuevo borrador no perjudicaría el modelo económico de Chile ni la sostenibilidad de las finanzas públicas", apuntó.
Asimismo destacó los avances limitados en la agenda de reformas. Sobre esto resaltó el rechazo a la reforma tributaria propuesta por el Gobierno de Gabriel Boric.
Además destacó que a finales de 2022, el Gobierno presentó un proyecto de ley de reforma de las pensiones, que no ha avanzado mucho en el Congreso.
"Los desafíos de la administración Boric para avanzar en su agenda y aumentar los impuestos para hacer frente a las presiones del gasto podrían resultar en un renovado descontento social y/o un deslizamiento fiscal", sostuvo al respecto.
En tanto, dijo que en consonancia con el Ministerio de Hacienda, prevé que el saldo de las administraciones públicas vuelva a ser deficitario este año. "Sin embargo,prevemos un mayor deterioro, con un déficit del 2,7% del PIB, frente al 1,9% del Ministerio de Hacienda", precisó.
Por otro parte, Fitch prevé que la relación deuda pública/PIB aumente hasta el 39,7% del PIB a finales de 2023, frente al 38,0% en 2022, y que siga una senda ascendente a lo largo del periodo de previsión hasta alcanzar el 42,5% en 2025.
En cuanto a las perspectivas de crecimiento, la entidad espera que el crecimiento del PIB se desacelere hasta el 0% en 2023 antes de recuperarse hasta el 2,4% en 2024, a medida que la actividad se reequilibre debido a la disminución del consumo privado y la inversión (probablemente también afectada por la incertidumbre política) en medio de una orientación restrictiva de la política monetaria.
"La actividad debería verse respaldada por el consumo público a medida que se aplique una política fiscal anticíclica para contener una mayor corrección económica", explicó.
"A medio plazo, vemos que el crecimiento vuelve a la tendencia prepandémica del 2,0% (2015-2019), respaldado por la producción de cobre a medida que los nuevos proyectos que entran en funcionamiento compensan los retos operativos a corto plazo y los retrasos de antiguos proyectos", agregó.
Con respecto a la política monetaria, la agencia espera que el Banco Central de Chile recorte lentamente, ya que "la inflación subyacente ha caído a un ritmo más lento que la general y se mantuvo muy por encima del punto medio objetivo en el 9,1% en junio".