Los ojos del mercado estuvieron puestos en el tono del discurso que entregó el presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, esta mañana en medio de la reunión de banqueros centrales en Jackson Hole. Y, tal como se esperaba, reafirmó el mensaje restrictivo respecto al rumbo de la política monetaria de Estados Unidos, previo a la reunión de septiembre del banco central de la potencia mundial.
"Aunque la inflación ha bajado desde su máximo -un hecho que nos complace-, sigue siendo demasiado alta", comenzó diciendo.
Powell señaló que la economía de EE.UU. ha estado creciendo más rápido de lo esperado y que los consumidores han seguido gastando rápidamente, tendencias que podrían mantener altas las presiones inflacionarias. En esa línea, subrayó que la determinación de la Fed de mantener elevada su tasa clave hasta que los aumentos de precios se reduzcan al objetivo del 2% del Banco Central.
"Estamos preparados para aumentar aún más las tasas si es apropiado y tenemos la intención de mantener la política en un nivel restrictivo hasta que estemos seguros de que la inflación está bajando de manera sostenible hacia nuestro objetivo", sostuvo el jefe de la Fed.
En su discurso, además, destacó las incertidumbres que rodean a la economía y la complejidad de la respuesta de la Reserva Federal a ella.
Los comentarios estuvieron en línea con el carácter y la comunicación de Powell para todo 2023: Está centrado exclusivamente en la misión de restablecer la estabilidad de precios, y sigue considerando la posibilidad de un mayor endurecimiento para volver al 2% si fuera necesario.
Las autoridades monetarias están entrando en una nueva fase de su campaña para llevar la inflación de regreso al objetivo de la Fed del 2%. Tras los agresivos aumentos de tasas de interés en 2022, Powell y sus colegas han frenado el ritmo este año y han señalado que podrían estar cerca de poner fin a las alzas. La pregunta ahora es cuánto tiempo se mantendrán en un nivel restrictivo y cómo se comporta la economía en esas condiciones.
El mes pasado, los funcionarios subieron la tasa de referencia a un rango de 5,25% a 5,5%, su nivel más alto en 22 años, después de abstenerse de elevarla en la reunión de junio. Sus proyecciones más recientes contemplaban un aumento de tasas más este año.
Powell señaló el viernes que la política monetaria ha pasado a una fase más deliberativa en la que la gestión del riesgo ahora es "fundamental".
Señaló que puede que la economía no se esté enfriando tan rápido como se esperaba, y dijo que las lecturas recientes sobre la producción económica y el gasto de los consumidores han sido sólidas. La economía creció a una tasa anualizada del 2,4% en el segundo trimestre, una lectura sorpresivamente robusta que llevó a muchos economistas a aumentar las previsiones para el tercer trimestre y a reconsiderar las probabilidades de recesión.
"La evidencia adicional de un crecimiento persistentemente por encima de la tendencia podría poner en riesgo nuevos avances en materia de inflación y justificar un mayor endurecimiento de la política monetaria", dijo Powell.
El discurso de Powell del año pasado -un mensaje breve y directo a los mercados sobre la determinación de la Fed de restablecer plenamente la estabilidad de precios. llamó la atención por su brevedad y contundencia.
El discurso de este año se produce en un momento en que los responsables políticos intentan equilibrar el riesgo cada vez más dual de seguir enfriando las presiones sobre los precios y, al mismo tiempo, evitar una recesión.