Una "crítica" situación aqueja a las clínicas en el país producto de la deuda que mantienen los hospitales y Fonasa con los prestadores privados, la cual -al 30 de junio de este año- ascendía a $382 mil millones, según cifras del gremio Clínicas de Chile.
De acuerdo con los detallado por el gremio a Emol, ha habido acercamientos con el Ejecutivo para acodar una modalidad de pago, sin embargo recalcan que los propuesto por la Dirección de Presupuestos (Dipres) es "inaceptable", pues "consiste en pagar un 40% de la deuda en marzo de 2024 y, el resto, al final de la administración del Gobierno".
Lo anterior, sin ningún tipo de reajuste.
Un complejo panorama que ha generado ruido en el Congreso, donde han apuntado a posibles problemas financieros o incluso quiebras que puedan presentar algunas clínicas. Y ahora, ex autoridades de salud entregaron su visión a Emol.
El ex ministro de Salud, Jaime Mañalich, comentó que de los casi $400 mil millones que el Estado adeuda a las clínicas, la mitad corresponde a deudas de los servicios de salud y el resto, directamente a Fonasa".
Dicho eso, subrayó que estos montos "ponen en riesgo la continuidad de estos centros, por el monto y por el costo de la deuda, dado que la deuda se reconoce al valor en pesos cuando se facturó el servicio, teniendo, una parte de estos montos, una antigüedad superior a los tres años".
En esta misma línea, el ex superintendente de Salud, Manuel Inostroza, sostuvo que "esta deuda demuestra lo peligroso que sería para el sistema de salud y en especial para los pacientes, que solo exista el Fonasa como único asegurador de los chilenos".
"Es evidente que el Fonasa y su red de hospitales públicos no son capaces de atender a toda su población y garantizar sus derechos en salud", agregó.
Mientras que el también ex super de Salud, Sebastián Pavlovic, advirtió que esta situación va a terminar "horadando la confianza en el sistema público, además de poner en riesgo financiero muy fuerte e intenso al sector privado, lo que genera una tormenta perfecta que amenaza la capacidad operacional de las clínicas privadas".
Sobre el plan de pago
Otro ex superintendente de Salud que expuso su punto de vista fue Patricio Fernández, enfocando sus críticas al plan de pago de la Dipres. "Es absolutamente insuficiente".
"Se requiere que el Gobierno de una vez por todas asuma la responsabilidad que tiene en esta situación, porque son deudas por prestaciones que se hicieron y no es el momento para poner en riesgo al sistema privado de salud", manifestó.
"Creo que ese plan de pago de la Dipres debe revisarse y dar certeza a las clínicas privadas de que van a poder seguir funcionando con los pagos por los servicios que ya prestaron", acotó.
Además, Fernández señaló que el Gobierno está "más preocupado de cambios estructurales al sistema de salud, que claramente no puede financiar, y dejando de lado aspectos tan importantes de gestión que son los que justamente tienen al sistema de salud público con listas de espera o tiempos de espera altísimos, además con un riesgo inminente del sector privado".
El plan de pago resulta "impresentable" para Inostroza, destacando que "el gobierno exige el cumplimiento de leyes para el pronto pago de proveedores en 30 a 60 días en todos los rubros de la economía, regulaciones que en la actividad hospitalaria sus propias instituciones no son capaces de cumplir y anuncian solo para el 40% el 2024 y el resto que espere hasta el 2026".
En la misma línea del tiempo que propone la Dipres para pagar la deuda, Mañalich expresó que "es una propuesta que acentúa la idea de que algunos de estos centros están técnicamente quebrados", por lo que cataloga de "urgentísimo" tratar la temática. "Estos centros no pueden seguir funcionando a menos que reduzcan severamente su capacidad asistencial, lo que acentúa el problema de personas que deberán esperar, ver agravada su situación de salud, o peor, fallecer mientras esperan".
Así, el ex superintendente de Isapres, Héctor Sánchez, advirtió que "no es solo un problema financiero, sino que también es
un problema sanitario y social. La deuda debe cancelarse ahora, en
un plazo mucho más corto y con los reajustes correspondientes, en caso contrario nos exponemos
a una crisis sistémica del sistema prestador de servicios de salud que va a afectar tanto a los afiliados de Fonasa, como a los de Isapres".
Sobre el problema a resolver, el también ex ministro de Salud, Osvaldo Artaza, comentó que "el grueso de dicha deuda no se produce desde el Fonasa, sino que desde los servicios de salud quienes son entidades públicas autónomas y descentralizadas".
El origen de la deuda
La raíz del problema es "que los hospitales y servicios compran directamente a los privados sin tener experiencia, de manera poco eficiente, sin agregar suficiente valor sanitarios y generalmente sin respaldo financiero", aseguró Artaza.
Frente a esta situación, "no basta que Dipres resuelva la actual deuda -que lo va a hacer- sino resolver el problema de fondo, que es que el Fonasa debe centralizar todas los procesos de compra a privados y que no lo sigan haciendo los servicios de salud para así hacer más eficiente las compras, ganar valor sanitario, mejorar la articulación público privada y lograr un pronto pago sostenible en el tiempo".
"Hay que ir a la raíz del fenómeno del endeudamiento a través de un cambio y fortalecimiento del papel del Fonasa, como seguro público para que desde ahí se generen licitaciones eficientes, que posibilite una articulación público privada virtuosa y sostenible", concluyó.
