Comenzaron a instalarse con fuerza en los 2000, con precios imbatibles que amenazaban a cualquier competencia y ubicados en un puñado de zonas específicas de Santiago, como Patronato o Meiggs. Sin embargo, rápidamente se han expandido, con tentáculos que van más allá de los centros de las grandes urbes, sino que también en en calles de pequeñas y rurales localidades.
Se trata de la proliferación de los malls chinos a lo largo de la geografía de Chile.
Estos centros comerciales avanzan a paso agigantado. Se instalaron en Chile para abrir tiendas mayoristas y minoristas administradas, muchas veces por chilenos, pero gestionadas por empresarios chinos residentes en el país.
La continua expansión de las importaciones desde el gigante asiático ha ido nutriendo las estanterías de estos centros con serie de artículos domésticos innovadores en muchos casos y baratos que constituyen la base sobre la que se ha levantado el llamado "boom". "Entre sus productos más populares podemos señalar accesorios de electrónica, electrodomésticos, artículos de ferretería, accesorios para mascotas y vestuario en general", comenta Juan Esteban Musalem, Presidente de la CHICIT.
El esparcimiento
El verdadero crecimiento de las tiendas chinas y su expansión se produjo hace ocho años, a la par con "la necesidad de las cadenas de retail tradicional de rentabilizar mejor los m2 de sus salas, debido a la baja en ventas por los canales tradicionales", explica Eduardo Escala, gerente comercial de Gps Property.
"Los comercios chinos se han duplicado a nivel nacional en los últimos 2 años"
Antonio Sivori
Así, grandes empresas de retail comenzaron a cerrar sus tiendas y vender sus locales, como los ex Ekono de Walmart o el cierre de los supermercados Montserrat, aumentando su espacio de bodegas. "Este tipo de locales de alta superficie fueron, en su mayoría, adquiridos por cadenas chinas o arrendados por los nuevos propietarios a malls chinos", agrega Escala.
Desde el 2015 los comercios chinos han tenido "un crecimiento sostenido, con perspectivas de crecimiento de 25% anual aproximadamente, llegando a duplicar sus cifras a nivel nacional en los últimos dos años", según señala el gerente del área de inversiones de Colliers, Antonio Sivori.
Pero no fue hasta el estallido social cuando el mapa de las tiendas asiáticas se comenzó a escurrir por toda la capital, saltando de los barrios y lejanías a calles y avenidas principales, esparciéndose incluso por el sector oriente.
"Se comenzaron a instalar en zonas más al oriente de Santiago, en comunas como Ñuñoa en las ex instalaciones de Lanabel, ubicadas en Pedro de Valdivia con Irarrázaval o en avenida Las Condes en el ex Monserrat", detalla Escala.
A la fecha, los comercios chinos se han expandido por todo Chile, llegando a lugares más remotos, como Chimbarongo, Parral y Catemu, y predominando en las comunas altamente densificadas como Quilicura, Ñuñoa, La Reina, Santiago y Maipú, según añade el gerente de Gps Property.
Made in China
Los comercios asiáticos son un fenómeno que sorprende a cualquiera, con la variedad de productos disponibles y sus convenientes precios, pero ¿A qué se debe su éxito?
"Puede asociarse a múltiples factores", reconoce Musalem. "El hecho de que sean los propios chinos quienes gestionen los artículos que provienen de su país, les genera grandes ventajas competitivas en comparación con empresarios de otras nacionalidades".
Al mismo tiempo, "su oferta es múltiple, variada y muy novedosa, con una relación precio-calidad que es valorada por el consumidor chileno. Y la cual ha venido a romper paulatinamente la visión tradicional de que los productos fabricados en China son de mala calidad", añade.
Por su parte, Sivori, explica que "en épocas de bajo crecimiento las personas buscan/privilegian precios más bajos, y los comercios chinos cumplen con esto ofreciendo precios competitivos gracias a que son ellos quienes gestionan los artículos que provienen de su país, evitándose intermediarios". Otro factor que permite al comercio chino expandirse rápidamente "es que están atomizados en miles y no depende de una sola cabeza".
Un último factor es el que se relaciona con "el carácter, muchas veces, familiar de este tipo de emprendimientos. En donde sobresale una fuerte unidad y disciplina en el trabajo, propio de la cultura china, que los lleva a superar la mayor parte de los obstáculos económicos que enfrentan", comenta Musalem.
El negocio familiar
El funcionamiento del mercado chino depende de la familia que lleva el negocio. Según sostiene Renzo Silva, gerente del Grupo DDI, "la mayoría de las grandes importadoras del país –que son 7 familias– traen de forma directa los productos de importación y lo venden a diversos clientes chinos y nacionales en el país".
"En su mayoría son los mismos dueños de las importadoras mayoristas, los que van instalando locales de venta en diversas ciudades del país, con formato tipo franquicias o operadas por ellos mismos", comenta.
Es un mercado que "se ha mantenido con el tiempo, donde la mayoría de los nuevos locales son administrados por familiares o cercanos de las cadenas más establecidas", explica Escala. "Las cadenas más antiguas están en proceso de ser más que ‘simples cadenas de retail’, convirtiéndose en administradores inmobiliarios y distribuidores de mercadería vendida a los locales más pequeños".
Así, detrás del negocio asiático que crece día a día en el país, se encuentra "un grupo de inversionistas chinos, dueños de fábricas en China, quienes con otros compatriotas controlan las operaciones en Chile, Perú y México", indica Silva.
Grupo DDI, la firma tras los imparables malls chinos
El Grupo DDI, es una empresa inmobiliaria que presta asesoría legal, arquitectónica y estudios de mercado sobre el área inmobiliaria. Se encarga de buscar los locales, acondicionarlos y acompañar durante todo el proceso a los clientes asiáticos, siendo la firma reconocida en el mercado inmobiliario por representar a los chinos.
"Llegamos a asesorar cerca del 80% del mercado chino"
Renzo Silva
Las relaciones entre los miembros del grupo inmobiliarios y los asiáticos simplemente fluyeron, "necesitábamos un recambio de operadores, solo se fue dando la relación con los empresarios asiáticos y llegamos a asesorar cerca del 80% del mercado chino".
La experiencia que entregaba el Grupo DDI era diferente, con múltiples servicios complementarios que no entregaban otras inmobiliarias. "Contamos con un equipo de traductores de su idioma nativo, con buenas relaciones comerciales con diversos dueños de inmuebles de alta m2, además de contar con la colocación de ex salas de supermercados, lo que nos permitió dar solución a ambas partes", explica Silva.
"Otra cosa que nos ayudó fue que se dio en conjunto que SMU tenía muchas salas que no estaban operando y le fuimos entregando esa solución con operadores chinos", así se fue "consolidando una larga relación comercial, de amistad y confianza, con los diversos dueños, quienes están tranquilos de contar con nuestros servicios, dejando en nuestras manos el tema inmobiliarios y ellos se ocupan de la importación y sus ventas".
El Grupo DDI busca expandirse fuera de las fronteras nacionales, en proceso de instalarse en Perú y México, con sus mismos clientes de Chile y otros nuevos provenientes de Europa o China. Además, están asesorando la implementación de una nueva cadena de Supermercados, ya operativa en el sur del país. La que ya cuenta con ocho locales y busca abrir otras 20 sedes en las regiones más heladas del país para el año 2024.