Luego del triunfo en las elecciones y de cara al balotaje, Sergio Massa -en su rol de ministro de Economía- presentó medidas para contener al dólar sin sobresaltos y buscará entregar señales para diluir el nerviosismo del mercado.
No es una tarea sencilla en el camino que se abre a una segunda vuelta en la que enfrentará a Javier Milei y su dolarización.
Así, A
rgentina puso en marcha este martes un nuevo tipo de cambio diferencial para exportaciones que, en un contexto de fuertes restricciones cambiarias,
permite liquidar un 30% de la venta al valor de los tipos de cambio paralelos financieros, casi al triple del oficial.
Según un decreto publicado este martes en el Boletín Oficial, se estableció hasta el 17 de noviembre próximo este nuevo mecanismo de liquidación de exportaciones orientado "a todas las mercaderías comprendidas en la Nomenclatura Común del Mercosur" y "a las prestaciones de servicios".
El Gobierno comenzó a aplicar el llamado "dólar agro" en el último trimestre de 2022, por encima del oficial, con sucesivas prórrogas y actualizaciones, hasta aplicar una nueva versión -75 % al oficial y 25 % a través de los dólares financieros- en octubre último a las ventas externas de hidrocarburos.
Según la norma publicada este martes, el exportador deberá ingresar al país en divisas un 70 % a través del mercado oficial de cambios y el 30 % restante, mediante operaciones de compraventa con valores negociables adquiridos en moneda extranjera y vendidos en moneda local, el llamado "dólar contado con liquidación".
Este nuevo "dólar diferencial" orientado a "fortalecer las reservas argentinas" fue anticipado este lunes por el ministro de Economía y candidato presidencial, durante un encuentro con corresponsales de medios extranjeros en su primera rueda de prensa tras ser el más votado en las elecciones celebradas este domingo.
El Gobierno argentino aplica fuertes restricciones para acceder al mercado oficial de cambios, en tanto prometió mantener el tipo de cambio mayorista oficial a 350 pesos argentinos hasta el 15 de noviembre, con una inflación que corría en septiembre al 138,3% interanual.
En este contexto, proliferan los tipos de cambio paralelos -el contado con liquidación (CCL) opera este martes a unos 935 pesos por dólar-, que incentivan las importaciones y desincentivan las exportaciones, al punto que el país acumula un déficit comercial de US$6.822 millones en los primeros meses del año.
Por otra parte, según dijeron en el Palacio de Hacienda a La Nacion de Argentina, se están estudiando mecanismos para devolver la confianza al mercado de bonos argentino, que hoy -luego de las elecciones- mostró señales de alarma. Cerca del candidato de Unión por la Patria y titular del Palacio de Hacienda indicaron que trabajan en un "aumento en cupones por nuevas suscripciones y en un programa de adelanto parcial de vencimientos".
Massa adelantó parte de esta estrategia en una conferencia de prensa en el Palacio de Hacienda. Aprovechó allí para criticar la reestructuración de la deuda que hizo uno de sus antecesores en el cargo, el ex ministro de Economía, Martín Guzmán, en 2020. "Fue pésimo", dijo el funcionario a los periodistas. “Es el único canje tras el cual, al día siguiente que se cerró, cayó el valor de los bonos en lugar de subir”, agregó.
Además, el ministro de Economía afirmó que el mercado de bonos soberanos requiere de una "mirada y un análisis", porque actualmente sufre "la falta de incentivos" y el financiamiento requiere que tenga mayor "profundidad".
Massa señaló, por otra parte, que buscará tener un presupuesto para 2024 con un superávit fiscal de 1% del PIB. Actualmente, en el mercado creen que el déficit podría extenderse hasta un 3% del producto, pese a que el Acuerdo de Facilidades Extendidas (EFF, según las siglas en inglés) con el Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé un rojo de 1,9% del PBI.
Massa, además, dijo que el año que viene la economía argentina va a crecer y aseguró que las exportaciones van a expandirse. Anticipó que será un crecimiento “sideral” sin el impacto de la sequía y con mayores ventas energéticas.
"Eso nos va a dar mucha libertad para ir eliminando restricciones que son distorsivas, pero que son parte de las resoluciones que hay que tomar centralmente, porque la economía argentina tiene, como dije al principio, dos temas estructurales que resolver. Uno de este año, la sequía; y otro de mediano y largo plazo, que es encontrar mecanismos que garanticen [poder] pagarle al Fondo sin que ello suponga un programa que provoque inflación en la Argentina", explicó, y luego criticó el endeudamiento "criminal" con ese organismo.
Respecto del equilibrio del gasto y los subsidios añadió: "Nosotros lo que venimos haciendo es quitarles los subsidios a quienes no lo necesitan, pero protegérselos a quienes sí los necesitan". Y cerró con críticas a la oposición: “Ellos proponen quitarlo, yo propongo protegerlo, porque es una forma de salario diferido, de salario indirecto. Y, de alguna manera, porque los jubilados y los trabajadores argentinos, hasta que no recuperen ingreso, no están en capacidad de pagar esos costos".