Shell pide US$2,1 millones a Greenpeace ante la justicia británica, después de que seis activistas de la ONG subieran a un barco de la petrolera para denunciar la explotación de hidrocarburos.
Los hechos ocurrieron a finales de enero y principios de febrero. Y es que en dos ocasiones activistas de Greenpeace subieron a un barco que navegaba por el océano Atlántico transportando una plataforma de Shell, destinada a ampliar un yacimiento de petróleo y gas en Escocia. Los ecologistas permanecieron a bordo varios días.
"Shell y sus subcontratistas tienen derecho a recuperar los importantes costes relacionados con las peligrosas acciones de Greenpeace", afirmó la empresa en un comunicado.
La compañía agregó también que fueron necesarios gastos "importantes" para poner en marcha medidas cautelares destinadas a impedir que otros activistas siguieran abordando su barco y para garantizar la seguridad de los manifestantes y la tripulación.
Según los documentos procesales, la empresa solicita al Tribunal Supremo de Londres la indemnización, principalmente por los costes que tuvo que enfrentar Fluor, subcontratista estadounidense responsable de la fabricación y entrega de la plataforma. Esta última compañía podría reclamar US$6,5 millones de dólares.
Este juicio es una "intimidación", respondió Greenpeace en un comunicado, definiendo la denuncia como "una de las mayores amenazas jurídicas" a las que la ONG ha tenido que hacer frente "durante (sus) más de 50 años de historia".
La ONG mostró también su desacuerdo con una propuesta de Shell de reducir a US$1,4 millones la suma reclamada si la organización se compromete "a no realizar nunca más protestas contra las infraestructuras (de Shell), en el mar o en los puertos, en cualquier parte del mundo", según el comunicado.
"Nuestra intención ha sido distorsionada", declaró al respecto un portavoz de Shell, que añadió que "se trata simplemente de impedir acciones en el mar o en los puertos que puedan poner en peligro la vida de las personas".
"El derecho a protestar es fundamental y lo respetamos absolutamente. Pero debe hacerse de forma segura y legal", aseguró antes Shell en su comunicado.