Trabajar en un entorno que reúne a profesionales de distintas generaciones, desde los Baby Boomers hasta los Centennials, puede ser una experiencia enriquecedora, pero también plantea desafíos únicos. Andrés Cardemil, CEO y fundador de HumanNet, líder en gestión de Capital Humano, comparte valiosos consejos para prosperar en este ambiente diverso.
Cardemil explica que la diversidad generacional puede generar tensiones en áreas como valores, comunicación y estilos de trabajo. Para abordar estos desafíos, ofrece las siguientes recomendaciones:
Evitar los estereotipos generacionales:
El consejo es no “etiquetar” o “encasillar” a las personas por su edad, ni atribuirles ciertas características o rasgos generales, pues cada individuo es único y diferente al resto. Además, si bien entre las mismas generaciones las personas comparten ciertos códigos que les son comunes, también es cierto que las habilidades y fortalezas de un trabajador no necesariamente son las mismas que tienen los otros miembros de su misma generación.
Se debe fomentar el aprendizaje y la colaboración mutua:
Impulsar un ambiente laboral en donde exista un intercambio de habilidades y conocimientos entre generaciones, y donde además se promueva con cierto énfasis la colaboración entre ellas, es una importante estrategia para tener muy en cuenta. Esto permite potenciar la integración y aprovechar los aportes profesionales de todos los miembros de la organización y así lograr una mayor sinergia en beneficio de todos.
Buscar formas constructivas de solucionar los conflictos:
En caso de aflorar divergencias entre los miembros de la empresa, producto de las diferencias generacionales, es importante que sean abordadas a tiempo y de una forma adecuada, colaborativa, y siempre poniendo foco en los objetivos comunes a todos en pro de un bien mayor que beneficia a todos los miembros y al negocio mismo.
Aplicar la empatía con las otras generaciones:
Esto implica asumir el hecho de que cada generación tiene maneras distintas de enfocar los retos de la Empresa, y cómo debería ser el desempeño requerido para lograr los objetivos del negocio. Cada cual aporta su propia visión del mundo y del trabajo, y esto no significa que unas sean correctas y otras incorrectas, sino que cada visión y enfoque puede ser entendido como una perspectiva que debe respetarse y así hacer esfuerzos por comprenderse más unos a otros. Al ser empáticos entre sí, los resultados generales tenderán a mejorar cada vez más.
Impulsar la comunicación abierta:
Se deben instaurar canales de comunicación en donde todos los trabajadores se sientan cómodos al expresar sus ideas y opiniones. Escuchar activamente y valorar los aportes de cada miembro del equipo, independientemente de la generación a la que pertenezca, también es un paso importante a la hora de contribuir a generar una organización abierta al aprendizaje y que transita con mayor agilidad ante los cambios del entorno y del mercado.
Brindar oportunidades para el desarrollo:
La idea es permitir que los colaboradores tengan la posibilidad de desarrollarse y crecer profesionalmente en sus cargos, ya sea mediante mentorías, programas de formación y capacitaciones. Para los más veteranos, actualizar los conocimientos acerca de las nuevas herramientas que continuamente van apareciendo con el desarrollo tecnológico, y para los más jóvenes entregar una formación que rescate los valores como la responsabilidad, el rigor y el compromiso en el trabajo.
Flexibilidad en formatos de trabajo:
Hay que tener en cuenta que las distintas generaciones tienen sus preferencias respecto a la forma de trabajar. Por ejemplo, algunos preferirán la modalidad presencial, otros la remota y algunos la híbrida. Se debe estar revisando continuamente estos formatos de acuerdo a las necesidades de los clientes, de los colaboradores, y en general del desarrollo del negocio.
Impulsar un ambiente de trabajo inclusivo:
Facilitar y fomentar la diversidad y la inclusión en el lugar de trabajo, es hoy en día una prioridad esencial. Esto implica que todos los integrantes de la organización deben sentirse valorados y respetados, independientemente de su edad, condición física o creencias. Para que el negocio se desarrolle en forma sostenible en el tiempo, se debe aceptar la diversidad como parte de la riqueza fundamental que proyecta a la institución en el presente y hacia el futuro.
Cardemil concluyó señalando que un ambiente multigeneracional contribuye a soluciones más innovadoras y dinamiza la dinámica de los equipos. “Al aprovechar las capacidades de cada generación y promover la comprensión y colaboración, se genera un entorno de trabajo positivo y productivo", finalizó el experto.