Tras meses de espera y con un debate estancado, el Gobierno finalmente ingresó ayer las indicaciones al proyecto de reforma de pensiones con varios cambios -y novedades- más allá de la modificación en la fórmula de distribución del 6% de cotización adicional, lo que ya tuvo una recepción pública negativa por parte de la oposición.
De todas formas, el Ejecutivo insistirá con su mecanismo de "1,2,3" que hace algunos días anunció la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, el cual contempla 3 puntos al fondo común de reparto que el Ejecutivo denomina "seguro social" y que originalmente concentraba el 6% completo. Del 3% restante, dos puntos van a la capitalización individual y uno se destinará a fortalecer el empleo y la formalidad de las mujeres, la máxima novedad -y foco de cuestionamiento- en esta distribución propuesta.
De ese 1%, las indicaciones revelan que 0,6 puntos irán a financiar el acceso a sala cuna, lo demás su usará para compensar el cálculo de las tablas de mortalidad en favor de las mujeres.
En cuanto al 2% para cotización individual, no necesariamente todo irá íntegro a la cuenta personal, ya que algunos podrían recibir más de lo que aportaron, y otros menos. Es que allí se incorporará un componente de solidaridad intrageneracional donde el 70% de dicha cotización se abonará a la cuenta individual de manera directa, pero con el 30% restante se calculará el ingreso promedio de los cotizantes del "seguro social", y el resultado de eso se depositará en las cuentas individuales.
En cuanto al 3% que irá a reparto, este será recibido por el Fondo Integrado de Pensiones (FIP) y buscará financiera una garantía intergeneracional de 0,1UF por cada 12 meses de cotizaciones, con un tope de 3UF, así como el complemento de cuidados a terceros.
Para el aumento de cotización, el proyecto propone una gradualidad que contempla un alza de un punto porcentual por año a partir de la entrada en vigencia de la ley. Sin embargo, considera también la posibilidad de que, hacia adelante, el aumento sea más acotado, de 0,5 puntos por año, si no se cumplen ciertos parámetros relacionados con el crecimiento de la economía.
Además, si se concreta el itinerario, solo al quinto y sexto año el 1% respectivo se destinará a la cuenta individual de los trabajadores.
Futuro de las AFP
Las indicaciones, además, entregaron luces de lo que buscará el Gobierno en torno al segundo eje del proyecto: la reorganización de la industria. "Se confirma el término de las AFP", manifestó ayer Jara.
Las nuevas indicaciones reemplazaron las disposiciones transitorias del articulado original donde se contenía la derogación del DL 3.500 de 1980, que creó el sistema de AFP. Es decir, dicha idea quedó sin efecto.
De todas formas, las AFP dejarán de funcionar como lo hacen hasta ahora, dado que el proyecto separa las funciones de inversión y las denominadas de "soporte", como la recaudación y cobranza de cotizaciones, la administración de las cuentas, las consultas y la atención al público. Esta tarea el proyecto original se asignaba a un nuevo ente público, sin embargo se optó finalmente por que recaiga sobre un denominado "Administrador Previsional Autónomo" privado, que se adjudicará dicha función vía licitación, tal como funciona con el Seguro de Cesantía.
Asimismo, se mantienen elementos de la reforma original ingresada en 2022, como que la actuales AFP podrían seguir a cargo de gestionar las inversiones de los fondos, pero en otro formato y bajo otro nombres: Inversores Privados de Pensiones (IPP), que tendrán que competir con un nuevo Inversor Público de Pensiones.
De esta forma, los trabajadores podrán elegir quién administra sus fondos, pero el proyecto pretende profundizar en la competencia licitando también una proporción del actual número de afiliados, a razón de 10% anual, "al menor precio y con el consentimiento del afiliado".
La propuesta también plantea reemplazar el actual sistema de cobro de comisiones en base a las remuneraciones, hacia uno en base al saldo de los ahorros.
Otra novedad respecto al proyecto original es la mantención del retiro programado como modalidad de pensión. Inicialmente se había planteado transitar a un esquema exclusivo de rentas vitalicias, del cual se desiste "asegurando la posibilidad de heredar los fondos ahorrados".