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La "tormenta perfecta" que afectó a la industria frutícola y que tiene a dos exportadoras solicitando la reorganización

El sector debió enfrentar una temporada 2021- 2022 en medio de consecuencias por la pandemia y el inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania.

02 de Enero de 2024 | 18:33 | Por Pablo San Martín, Emol
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El Mercurio
Durante las últimas semanas dos grandes exportadoras de fruta han solicitado su reorganización financiera ante la justicia para evitar la quiebra.

La primera de ellas, Santa Cruz, tiene pasivos por más de $55.334 millones y sus principales acreedores son Soctiabank Chile, Penta Financiero y BCI. La segunda, Chisa o Chilean South Apple, propiedad de capitales chilenos y estadounidenses, por su parte, cuenta con obligaciones por US$202 millones con BCI, Banco Santander y Banco Bice.

Según constató el Diario Financiero, el abogado de esta última, Nelson Contador señaló en su presentación a la justicia que la situación por la que atravies Chisa "tiene su origen en inversiones realizadas en años anteriores en campos y plantaciones de nuevas variedades de fruta que no han rendido los retornos esperados en los primeros años".


Agregó, además, que "se tuvo que convivir con los efectos de la panemia, lo cual se encuentra hoy ampliamente superado. Sin embargo, las razones de este bajo rendimiento inicial han sido identificadas y resueltas , y tanto los accionistas como la administración actual estiman que no serán recurrentes".

Si bien la situación de cada empresa tiene sus características particulares, lo cierto es que la industria de la agricultura vivió, durante los últimos años, desafíos que no había debido enfrentar hace tiempo y que configuraron una "tormenta perfecta" para el sector. La pregunta qué queda es si este tipo de solicitudes para evitar la quiebra se verán de manera más seguida o sí, por el contrario, se verá un fortalecimiento de las compañías.

2021-2022: Una mala temporada


Según explica Antonio Walker, presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), la temporada 2021-2022 fue la "tormenta perfecta".

Esto, explica, porque hubo un gran aumento en los costos de producción, influido por los insumos; fletes marítimos que subieron 4 veces; y muy malos precios, producto de que la gente no fue a los mercados, debido a la incertidumbre.

Todo, sostiene, debido a "una anomalía, que fue el Covid, la guerra Ucrania-Rusia. Estábamos en un contexto de guerras, de Covid y de crisis climática".

"La temporada 2021-2022, en términos de rentabilidad para la fruticultura -indica el también ex ministro de Agricultura- debe haber sido la temporada más difícil en los últimos 50 años".

En esa línea, dice también que "no todos han podido resistir y contar con el capital de trabajo. A muchas empresas les falló el flujo de caja y las empresas quiebran no por Ebitda, sino que por flujo de caja".

A eso, agrega que "hubo especies muy afectadas (por temas climátiucos y precios). La manzana y la pera fue muy afectada el 2021-2022. La uva de meza fue muy afectada también".

La visión de Walker coincide con la de Jorge Valenzuela, presidente de la Federación de Productores de Frutas de Chile. A su juicio, "ha habido temporadas muy complejas para el flujo de caja de los productores y exportadores, como la campaña 2020-2021 marcada por las lluvias de verano que generaron pérdidas especialmente en uva de mesa y cosechas de enero-febrero".

Agrega, en ese sentido, que la temporada 2021-2022 fue "afectada por atrasos logísticos y pérdida de condición en la fruta, junto con el alza de costo en los insumos y las faenas agrícolas".

"También, e incluso más estructural -indica también- es el tema de la sequía que ha llevado a un desfinanciamiento importante en el campo, algo que se está viendo ahora mismo en la región de Coquimbo, donde los agricultores ya han advertido que solo tienen agua disponible para trabajar hasta abril".

Recuperación


Walker recalca que la temporada 2022-2023 fue mucho mejor y que el 2023-2024 se ve aún más auspicioso.

Dice, también que "a medida de que nos hemos ido alejando del Covid, esto se ha ido normalizando. El repunte que tuvieron las manzanas y las peras el 2022-2023 fue espectacular. También la uva fue bastante mejor.

Valenzuela, por su parte, subraya que "la fruticultura es un rubro muy resiliente, y cada temporada marca distintos desafíos de todo tipo para los productores".

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