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"¿Pretensión de renta?": El debate por proyecto que busca prohibir esta pregunta y obligar a empresas a informar sueldos

Según expertos, la iniciativa que avanza en el Congreso pondría fin a la "discriminación salarial", pero también advierten que podría provocar sueldos base más bajos e incluso impulsar una suerte de "colusión" en el mercado del trabajo.

18 de Enero de 2024 | 21:30 | Por Lucas Sáez, EMOL
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El Mercurio
Prohibir a empleadores preguntar por pretensiones de renta en entrevistas laborales y obligar a transparentar los sueldos en las ofertas de trabajo, son los aspectos medulares de un proyecto de ley que avanza en la Cámara de Diputados y que genera debate respecto a los efectos que tendría sobre el mercado laboral.

Es que se trata de una propuesta que tiene partidarios y detractores, y que se fundamenta en la idea de eliminar supuestas prácticas discriminatorias entre los reclutadores.

Uno de los impulsores del proyecto, el diputado Jaime Araya (PPD) comentó que "este proyecto busca mejorar las condiciones del trabajador que busca empleo, porque no es lógico que el empleador le pregunte cuánto es lo que usted quiere ganar antes de la contratación. Nos parece que eso es un abuso y lo que el proyecto hace es prohibir que se expliciten las pretensiones de renta".

El parlamentario agregó que "si uno ingresa, por ejemplo, a la plataforma Laborum a buscar trabajo, hay un link especial donde dicen cuál es el sueldo que la persona quiere ganar. Esa suerte de licitación que se hace por la remuneración más baja, lo que hace, lejos de aumentar las remuneraciones, es bajar las remuneraciones. Este es un abuso con el que hay que terminar, por eso valoramos el apoyo de la Cámara a esta propuesta".

Una mirada diametralmente opuesta es que la tiene el diputado Agustín Romero (Republicano) quien votó en contra de la iniciativa. "Las regulaciones propuestas por el proyecto de ley, aunque pretenden buscar aumentar la transparencia y proteger al postulante a un trabajo, en realidad pueden complicar el proceso de contratación, limitar la negociación salarial libre de los trabajadores y, paradójicamente, beneficiar a las empresas en lugar de a los empleados".

Por cierto, el proyecto establece sanciones para las empresas que incumplan, las cuales irían de las 1 a 10 UTM

En cuanto a las sanciones por no cumplir con esta norma, el texto establece que irían de las 1 a 10 UTM (entre $64 y $642 mil, aproximadamente) para las micro y pequeñas empresas, respectivamente; de 2 a 40 UTM (entre $128 mil y $2,6 millones, aproximadamente) para las medianas empresas; y de 3 a 60 UTM (entre $192 mil y $3,8 millones, aproximadamente) para las grandes empresas.

Con estos datos en la mano, Emol consultó a expertos para analizar los efectos negativos y positivos que podría generar esta normativa en el debilitado marcado laboral chileno.

Los contras

Según Francisco González, gerente general de Vertical Hunter, empresa de selección personal y servicios transitorios, "no poder consultar la remuneración esperada significa que los empleadores podrían ir a buscar candidatos con menor experiencia, de tal manera de cumplir las bandas presupuestadas para los cargos buscados. Con esto, probablemente, un número importante de trabajadores con muchos estudios quedarían fuera de los procesos, simplemente, por el nivel de 'seniority'".

Isaías Sharon, director ejecutivo de Innzpira, complementó señalando que el hecho de que las empresas transparenten los salarios que ofrecen regularía los salarios a la baja, "dado que hay trabajos que hoy día son cada vez más fáciles de automatizar o contratar fuera del país y, por lo tanto, al tener claridad sobre los salarios ofertados también vamos a ver cuáles son las posiciones que están sobre pagadas en Chile y cuáles son las que están sub pagadas en virtud de la competitividad laboral".

"Las empresas partirán ofertando por los tramos más bajos salariales en gran parte de las posiciones que se están abriendo o que se van a buscar. Esto podría llevar incluso a que existiera en alguna situación una especie de colusión de precios en el mercado del trabajo, donde todos pueden ver cuánto pagan de al lado y, por lo tanto, ir nivelando a la baja".

Mientras que Pedro Urrets, head of marketing de Humand, sostuvo que "al no poder preguntar por pretensiones de remuneraciones, las empresas podrían establecer salarios base más bajos, ya que no tendrían la información sobre las expectativas salariales de los candidatos previo a las entrevistas".

"Los candidatos podrían perder un incentivo para mejorar sus habilidades y experiencia, ya que no podrían negociar salarios basados en su valor personal. No todos tienen las mismas habilidades. Pero si se estandariza el salario y los requerimientos, se podría llevar a que los candidatos busquen cumplir con eso y nada más", agregó.

A su vez, Mauricio Cáceres, gerente de operaciones de Teamwork, invitó a que "pensemos en una pyme. Para competir con una empresa de mayor tamaño y presupuesto ante un candidato determinado, probablemente tendrá menos opciones de recibir sus postulaciones, ya que estos al tener la información total optarán por las empresas con mejores condiciones".

"Al transparentar los salarios, se reduce la posibilidad de discriminación salarial, ya que todos los candidatos tendrían acceso a la misma información sobre la remuneración ofrecida."

Pedro Urrets, Head of Marketing de Humand

En redes sociale también hay detractores. Fabián Rodríguez, Coach de Empleabilidad, dijo a través de su cuenta de X (exTwitter) que "las pretensiones de renta no se solicitan para pagar menos, se solicitan para hacer "match" con los candidatos y presupuesto de la compañía. Hay profesionales con la misma carrera, pero con competencias muy distintas y eso se paga".

Añadió que las compañías tendrían que recurrir a cambios constantes en los puestos de trabajo, "contratar a una persona muy por debajo de sus pretensiones de renta es 'pan para hoy, hambre para mañana', pues esa persona ingresará solo para capear una eventual cesantía y mantendrá su búsqueda laboral, por lo que la empresa de reinvertir recursos en otro colaborador" finalizó.


Pros

En cuanto a eventuales beneficios del proyecto, Cáceres, de Teamwork, expuso que "el principal punto a favor de quien busca trabajo es que se elimina la asimetría de información, ya que estará postulando a una posición de trabajo sabiendo su potencial remuneración. Esto también debería generar el efecto de fidelización, puesto que los incentivos de buscar otras ofertas por un salario mejor deberían disminuir al tener pleno conocimiento desde el momento de la postulación de las condiciones que se ofrecen".

Por su parte Urrets, de Humand, destacó que la normativa eliminaría la discriminación salarial. "Al transparentar los salarios, se reduce la posibilidad de discriminación salarial, ya que todos los candidatos tendrían acceso a la misma información sobre la remuneración ofrecida".

"Esto puede ser positivo para trabajos remotos donde suelen postularse candidatos de diferentes países y se juega con la oferta salarial dependiendo de las condiciones económicas del país", dijo.

También indicó que "la prohibición de preguntar por pretensiones de salario puede ayudar a frenar prácticas abusivas por parte de empleadores, que podrían aprovecharse de la necesidad de empleo de los candidatos al momento de la entrevista para ofrecer salarios por debajo del estándar".

A lo anterior se sumaría, a su juicio, "un entorno laboral más equitativo al evitar que el salario esté influenciado por factores como género, edad o experiencia previa".

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