La ministra de Obras Públicas, Jessica López, sacó del estante una idea que ya rondaba por la cabeza de su antecesor, Juan Carlos García, hace un par de años y que apunta a implementar un mecanismo para castigar el sobreconsumo de agua, en tiempos en que el cambio climático obliga a un mayor cuidado del vital elemento.
Así, el MOP está afinando los detalles para definir un nuevo esquema tarifario para las cuentas de agua potable que aplique un mayor cobro a quienes registren un consumo superior a cierto rango.
"Es una
medida indispensable para una mejor gestión del agua, un mejor uso del agua por parte de las personas. Lo que estamos considerando es si es necesario un proyecto de ley que modifique la ley de tarifas o si es posible de manera administrativa. Pero diría que hay
consenso general en que esta
medida es necesaria.", aseguró ayer López en un seminario sobre gestión del agua, según recogió El Mercurio.
Para ello, el MOP encargó estudios a la Superintendencia de Servicios Sanitarios, los que ya habrían culminado, por lo que se espera tener novedades más concretas sobre el esquema tarifario durante este año.
Al respecto, el superintendente de Servicios Sanitarios, Jorge Rivas, comentó que actualmente los clientes de las sanitarias pagan sobreconsumo, pero solo en verano y cuando el gasto excede los 40 m3 mensuales -cuando el promedio en Chile es de 15 m3-. En ese caso, los metros cúbicos que superan ese nivel se ven expuestos a una tarifa que es más del doble de la normal. Sin embargo, en la implementación de esto también se considera el consumo promedio de invierno y si un usuario, por ejemplo, hasta 50 m3 en ese periodo, el sobreconsumo durante los meses de calor se mide al superar esos 50 m3.
La medida es vista con buenos ojos por parte de la industria sanitaria. De hecho, ayer, en el mismo seminario, el gerente general de Aguas Andinas, Daniel Tugues, expuso que ellos proponen avanzar en una "tarifa de cambio climático, que es una herramienta que entendemos que puede dar esa señal de precio por encima de un umbral". En el sector sanitario estiman que un mayor cargo sobre los 30 m3 podría ser una alternativa.
Por su parte, Lorena Schmitt, presidenta de la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Sanitarios (Andess), sostuvo que "estamos disponibles para incorporar mecanismos que aseguren la resiliencia hídrica y esperamos que el resto de los usuarios de los recursos hídricos avancen también en una mayor eficiencia en el uso del agua".
En tanto, expertos consultados por Emol entraron al debate. El ex ministro del Medio Ambiente, Marcelo Mena, dijo que "estamos en una crisis climática y escasez hídrica, tenemos que hacer incentivos para el ahorro de agua. Hoy tenemos tramos en Santiago que sobre exceden las necesidades básicas y, por lo tanto, ese exceso debería pagar una tarifa mayor"
En esa línea, acotó que "tiene mucho sentido que el cobro del sobreconsumo sea basado en tramos, que son definidos por uso básico y cuya excedencia significaría uso distinto y excesivo que pagarían una mayor tarifa".
Además, afirmó que "permitiría que las personas que consumen menos" tengan el incentivo de pagar menos, fomentando el ahorro en el consumo de agua. Enfatizó en que "el tema básico es que haya incentivo para pagar menos agua, hoy no los hay. Tus consumos deben ser evaluados con respecto a tramos absolutos que sean definidos por rangos de uso".
"Si una persona quiere mantener bonito su jardín, eso también genera un beneficio en términos del tema ambiental y estaríamos castigando ese uso del agua."
Cecilia Cifuentes, economista de la Universidad de los Andes
Por su parte, el economista del Centro de Investigación de Empresa y Sociedad (CIES) UDD,
Carlos Smith, destacó la importancia de trabajar de la mano con el cambio climático, afirmando que "el agua es un recurso escaso, es importante reflejar lo que cuesta. En ese sentido,
hay que incentivar el consumo eficiente y los precios son un buen indicador para eso".
"El cobro por bloques, hasta cierto nivel de consumo se cobra un precio, hasta cierto nivel se cobra otro, y de esta manera, cada uno se va auto discriminando. Si yo no tengo tanta consciencia de cuánto gasto, con este proyecto pensaré que tengo que ser más eficiente en el uso, por lo tanto voy a tratar de estar en el bloque de menor consumo", añadió.
También dijo que había que evaluar "dónde poner el límite" de los bloques de cobro, porque "las condiciones para el agua potable son distintas en cada lugar, no es lo mismo entregar agua potable en Concepción que entregar agua en Valparaíso".
Mientras que el economista y académico de la U. de Los Andes, Nicolás Román, planteó la idea de que los usuarios ayuden a financiar una mayor inversión en el sistema sanitario.
"Si hay sequías o aluviones, situaciones cada más frecuentes, el equipamiento para almacenar y tratar aguas requerirá más inversión. Esa mayor inversión debe ser pagada por los consumidores distinguiendo entre usuarios que consumen aguas provenientes de distintas cuencas y, por supuesto, por tipo de usuario", comentó.
En ese sentido, señaló que los usuarios buscarían "hacer inversiones que permitan usar aguas grises en riego y evitar sobre consumo. Si eso no ocurre, las cuentas subirán y evidentemente eso tendrá efecto en la inflación".
Un punto de vista contrario entregó la economista,
Cecilia Cifuentes, quien dijo "
no me gusta la propuesta. El siglo pasado aprendimos que para que el sistema económico funcione bien, los precios tienen que reflejar el costo alternativos de los bienes, y producir una
mayor cantidad de agua no genera un costo adicional. El agua también tiene usos industriales, por lo tanto establecer esos precios de acuerdo a la cantidad que se usa no es para nada simple y termina generando un
montón de distorsiones".
Agregó un ejemplo que explica su punto, afirmando que "si una persona quiere mantener bonito su jardín, eso también genera un beneficio en términos del tema ambiental y estaríamos castigando ese uso del agua. En definitiva, las decisiones se deben tomar de acuerdo a los costos de producción de los bienes y no por decisiones redistributivas, existen otras políticas mucho más eficientes para redistribuir ingresos que las tarifas de los bienes".
