La Siderúrgica Huachipato anunció cambios en su directiva. Según informó en un comunicado, César Garrido dejó su cargo como gerente general y será reemplazado de forma interina por Jean Paul Sauré Roeckel,
Esto en medio de la crisis que vive la empresa y el proceso de cierre que inició producto de la "competencia" desleal del acero de origen chino.
Todo, mientras el Ministerio de Hacienda publicó hoy en el Diario Oficial las sobretasas arancelarias para empresas importadoras de acero chino, una medida es -según Huachipato, sus trabajadores y las autoridades de la Región del Biobío- "insuficiente" para asegurar la sobrevivencia de la compañía chilena.
Así, en una jornada de manifestaciones en el Gran Concepción y en el día en que el ministro de Economía,
Nicolás Grau, visitó la zona, Garrido decidió dar un paso al costado tras menos de un año ejerciendo en el cargo.
Según el comunicado, Sauré es Ingeniero Civil Industrial de la Universidad de Concepción y cuenta con un magíster en Administración de Empresas de la Universidad del Desarrollo, además tiene más de 20 años de trayectoria en la Siderúrgica Huachipato, donde se ha desarrollado en distintas áreas de la empresa. Hasta la fecha se desempeñaba como gerente de proyectos.
"Desde esta posición lideró diversos trabajos de modernización en la planta, incluyendo las mejoras tecnológicas del Alto Horno, que actualmente se encuentran en curso. En 2010, tras el terremoto del 27 de febrero, formó parte del equipo encargado de la reconstrucción de las áreas operativas afectadas", añade el escrito.
En tanto, Garrido, pasará a ocupar el rol de asesor del directorio de la empresa "durante el período que dure el proceso de suspensión de la siderúrgica".
Se trata de un turbulento día para la compañía, considerando que, además, los sindicatos de la compañía aseguran que comenzaron los primeros despidos, de parte de una empresa contratista de Huachipato.
"Sí, han empezado los despidos", sostuvo a Emol el presidente del sindicato N°1 de Huachipato, Héctor Medina. "Lamentablemente le tocó a una empresa contratista que tenía 200 trabajadores, compañeros de trabajo, y fueron 100 compañeros que fueron despedidos", agregó.
En esa misma línea, quien sería el dueño de dicha empresa contratista increpó el ministro Grau y le señaló que "el día de ayer tuve que mandar 105 cartas de despido. Imagínese que hoy día tengo alrededor de 100 trabajadores todavía en planta. Tuve que dar respuestas que no tenía".