La presidenta del Banco Central, Rosanna Costa, destacó que la economía chilena "está más balanceada" que hace unos trimestres, aunque señaló que aún quedan desafíos importantes.
En su presentación del Informe de Política Monetaria ante la Comisión de Hacienda del Senado, Costa resaltó que el documento publicado hoy "da cuenta de un escenario económico que en línea con lo que hemos venido señalando desde hace varios trimestres, muestra avances en varias dimensiones relevantes". En ese sentido, mencionó que la inflación ha bajado a niveles cercanos a la meta de 3%, el gasto ha ido normalizándose, el déficit de cuenta corriente ha disminuido.
"En lo que viene, debemos seguir navegando, siempre atendiendo que la convergencia a la meta de 3% dentro del horizonte de política se realice sin contratiempos y generando el menor costo posible en materia de actividad y empleo. Para ello, será necesario transitar hacia niveles de menores tasas con la dosis justa de prudencia", señaló Costa.
La autoridad aprovechó la instancia para destacar tres elementos que considera clave para el trabajo del instituto emisor y la coyuntura actual: la flexibilidad cambiaria, el funcionamiento de la tecnología, adecuado de los mercados financieros y el anclaje de las expectativas de inflación.
Sobre lo primero, dijo que "es normal que el tipo de cambio aumente cuando el diferencial de tasa con las principales economías del mundo se reduce".
"El impacto de los movimientos cambiarios sobre la economía ha ayudado a estabilizar el gasto y atenuar los efectos contractivos en áreas más ligadas al sector exportador, lo que se ve claramente en el ajuste de la cuenta corriente, cuyo déficit llegó casi al 10% del PIB en algunos trimestres. Algo de eso puede leerse en los últimos Imacec, que sugieren mayor dinamismo en sectores de la industria que podemos relacionar con las exportaciones", señaló.
Asimismo, reconoció que "la depreciación del peso tiene un efecto en los precios". A lo que agregó que "nuestras proyecciones consideran un aumento en la inflación en los meses que vienen, tanto en respuesta a los movimientos del tipo de cambio, como algunas presiones de costos que se estiman poco persistentes".
"Lo importante es que estas fluctuaciones de corto plazo en la inflación pueden ser acomodadas dentro del horizonte de dos años que define nuestra meta de inflación, de modo que en la medida que no deriven en cambios persistentes en la inflación, no requieren ajustes mayores de la trayectoria de política", explicó.
Por último, resaltó la importancia de la credibilidad del Banco Central. "Uno de los principales activos en este proceso ha sido la credibilidad que se logró en base a acciones oportunas y una comunicación transparente", destacó la economista, quien además dijo que prueba de ello es que nuestro país ha logrado que las expectativas de inflación estén en 3% a dos años desde marzo de 2023, lo que en otros países de la región aún no sucede.
"Quedan desafíos importantes, sin embargo, la situación que hoy enfrentamos es distinta de la que teníamos hace unos trimestres. Hoy, nuestra economía está más balanceada, los excesos de demanda se han resuelto, la inflación está más cercana a la meta de 3% y las expectativas de inflación alineadas con ella", resaltó Costa.
En este contexto, dijo que el Banco Central cuenta con mayores grados de flexibilidad para acomodar shocks transitorios dentro del horizonte de política en un contexto de una demanda débil. "Por ello, iremos evaluando cuidadosamente la evolución del escenario macroeconómico, sus riesgos y las implicancias para la inflación y para la política monetaria", detalló.
