"En la medida de que esto no cambie, cada vez será menos atractivo tener una inversión de este tipo (forestal) en Chile. Somos una compañía global, y si en Chile no están las condiciones, bueno, las buscaremos en otro lugar".
Las palabras son Luis Felipe Gazitúa, presidente de CMPC, emitidas en una entrevista la semana en el diario El Sur. Días antes, el ejecutivo fue la principal voz detrás de la alerta del sector forestal respecto a la "crisis" que estaría viviendo la industria en el país, advirtiendo en una carta a accionistas del repliegue" del sector en Chile, como consecuencia de la quema de bosques, el robo de madera, la usurpación de tierras y la inseguridad para acceder a ciertas zonas.
En esa línea, el pasado viernes la compañía anunció inversiones por US$850 millones en 2024, y solo el 30% de ellas será destinada a Chile. Eso sí, Gazitúa subrayó que su oscuro diagnóstico respecto a la falta de políticas públicas que incentiven el desarrollo forestal en territorio nacional no implica que la empresa tenga en mente retirarse del país.
"Eso no está en nuestro planes".
De todas formas, pareciera que un foco de especial atractivo para CMPC está puesto en Brasil. Hoy la compañía anunció la firma de un acuerdo con el Estado de Rio Grande do Sul de ese país con un protocolo de intenciones para avanzar en la evaluación de un proyecto integral que incluirá una nueva planta de celulosa, que se ubicaría a 15 kilómetros de la ciudad de Barra do Ribeiro.
Según detalló la firma en un hecho esencial enviado a la CMG, "el proyecto, denominado Natureza, tiene una concepción integral que reúne industrialización, infraestructura vial y portuaria, forestación asociativa sustentable, conservación y promoción cultural e implica la construcción de una fábrica para producir hasta 2,5 millones de toneladas anuales de celulosa kraft blanqueada de fibra corta (BHKP), con posibilidad de posterior ampliación, bajo los más altos estándares mundiales de protección al medio ambiente, eficiencia y calidad".
En este contexto, indicó que "en caso de aprobarse el proyecto, este implicaría una inversión de aproximadamente US$4 mil millones para la nueva unidad industrial, además de US$420 millones en distintas obras de infraestructura vial y US$150 millones para el desarrollo de un nuevo terminal portuario en Rio Grande, así como también una ampliación en el terminal portuario actualmente en uso".
En esta línea, la empresa indicó que ya ingresó a trámite solicitudes de permisos para diversos monitoreos a la Fundação Estadual de Proteção Ambiental Henrique Luis Roessler (FEPAM), organismo técnico del Sistema Estadual de Protección Ambiental de Rio Grande do Sul.
"De esta forma, los equipos especializados podrán desarrollar los estudios técnicos y evaluaciones ambientales necesarias para la elaboración definitiva del proyecto industrial que, de obtener todos sus permisos y autorizaciones, sería presentado a decisión del directorio de CMPC a mediados del año 2026", remarcó.
"No es posible, por ahora, determinar el impacto económico de esta decisión", concluyó la firma.