Hace algunos días una nueva alerta se levantó en torno al futuro de un proyecto considerado clave en el segmento de transmisión eléctrica en el país. Se trata de la iniciativa interregional "Sistema de Transmisión Zonal Grupo 3 S/E Itahue.S/E Hualqui", de la empresa Mataquito Transmisora de Energía S.A -filial de la española Celeo Group-.
El proyecto involucra a 20 comunas de las regiones del Maule, Ñuble y Biobío, y contempla una inversión de US$324 millones. Además, permitiría transportar la energía de 18 nuevos proyectos de generación renovable, por lo que es vista como una iniciativa de especial importancia para elevar la calidad de suministro y confiabilidad del sistema eléctrico en las mencionadas regiones. Es el segundo proyecto más grande transmisión en el país en estado de tramitación.
Sin embargo, la semana pasada el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) emitió el Informe Consolidado de Evaluación (ICE) sobre el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) donde recomendó el rechazo de la línea de transmisión.
Ante esto, según expuso la compañía este martes en un comunicado, "hemos tomado la decisión de presentar un recurso de reclamación ante el Comité de Ministros, esperando que dicho órgano rectifique y permita posibilitar un proyecto estratégico para el sistema eléctrico chileno".
"Estamos seguros que el proyecto puede ser ejecutado con las máximas garantías medioambientales, aportar al desarrollo de la estrategia energética del país y contribuir substancialmente con el plan de descarbonización, permitiendo viabilizar proyectos de energía renovables que dependen de esta línea de transmisión y que representan un tercio de la demanda máxima del sistema", agregó.
La empresa manifestó que ha trabajado diligentemente en el desarrollo del proyecto desde su adjudicación y con especial ahínco técnico en lo que concierne a la tramitación ambiental. "Desde su ingreso en el Sistema de Evaluación Ambiental, en agosto de 2020 – en plena pandemia -, ha contado con un exhaustivo proceso de estudio, incluyendo tres procesos de participación ciudadana, tres instancias de aclaraciones y aporte de información adicional requerida por el SEA, e innumerables campañas ambientales en terreno que garantizan una adecuada evaluación del impacto ambiental del proyecto", dijo.
También expuso que "se han establecido o numerosas medidas de compensación ambiental voluntarias, que abordan tanto la fase constructiva como la posterior operación del proyecto, así como un plan de relacionamiento comunitario fijando un canal de comunicación permanente con las comunidades vecinas".
"Durante la tramitación ambiental, trabajamos colaborativamente con los organismos públicos con competencia ambiental que presentaron observaciones al proyecto -lo cual es esperable para un proyecto de la complejidad y longitud como este-, y sobre todo aquellos que pusieron reparos por la ubicación puntual de parte de la infraestructura, los que fuimos subsanando durante las etapas del proceso", agregó.
Sin embargo, cerró Mariquito, "la dirección ejecutiva del SEA ha determinado una Resolución de Calificación Ambiental desfavorable".