El concepto de "salario vital" fue -sin considerar los incidentes en distintos sectores de Santiago- el tema que, probablemente, marcó la conmemoración ayer del Día del Trabajador.
"Exigimos un salario vital que realmente cubra las necesidades básicas de nuestras familias, que sea parte de una política salarial integral que asegure que nunca más un trabajador y una trabajadora que reciba un salario esté por debajo de la línea de la pobreza, que acorte las brechas de desigualdad donde el empleo de calidad es fundamental para terminar con la injusticia social", sostuvo en su discurso el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), David Acuña.
Al respecto, también ayer, la ministra del Trabajo,
Jeannette Jara, comentó que "es interesante cambiar el concepto de un salario mínimo a un salario vital. Pero es una conversacióin es una conversación que recién se va a iniciar, porque como señalé, el primero de julio alcanzamos la meta de los 500 mil y eso es lo que hoy día nos tiene contentos". La CUT, por su parte, busca que el próximo paso sea subir el salario mínimo por encima de los $600 mil, lo que ya ha provocado la resistencia, sobre todo, del mundo de las pequeñas y medianas empresas.
Y este jueves, Jara profundizó respecto al "salario vital" y sostuvo que la "CUT ha presentado una propuesta en torno a constituir una especia de consejo salarial donde están los empleadores, trabajadores y el Gobierno a fin de conversar sobre políticas salariales, más que montos o porcentajes. Sino que para qué se construye un salario, para qué sirve el salario, en relación a qué parámetros se calcula el salario".
"Esa es una tarea que se va a iniciar con posterioridad. Nos parece un tema interesante de poder abordar considerando la necesidad de tener una distribución más equitativa de los salarios en nuestro país. Vamos a empezar una conversación", agregó, aunque subrayó que "es algo muy incipiente aún y tendrá que irse dan con el tiempo".
"Sería interesante tener criterios, pero es algo que va a tener que recién inicarse. Sería muy prematura aventurar conclusiones", resaltó la ministra.
Por último, manifestó que "no podemos negarnos a dar debates que son muy civilizatorios para nuestra convivencia".