Los efectos de los más de US$50 mil millones que salieron de los fondos de pensiones a través de los retiros de las AFP todavía se sienten.
"Causaron un grave daño a la profundidad de nuestro mercado de capitales, exponiendo más a las tasas locales (sobre todo los bonos de largo plazo) a los vaivenes externos", advirtió a
El Mercurio Inversiones Natalia Aránguiz, socia y gerenta de estudios de Aurea Group.
Justamente, esta exposición podría estar frenando la esperada baja en los créditos hipotecarios. "Las tasas hipotecarias dependen de las tasas largas, por tanto, la demanda inmobiliaria y la reactivación de la construcción dependen también de ellas", agregó.
Se trata de un diagnóstico compartido por el mercado, según el mismo medio. Los retiro de fondos de pensiones, además de otros factores, han llevado a que las tasas de los bonos de más larga duración dependan con mayor fuerza de elementos externos. Y, dado que los elementos foráneos no han permitido que bajen, el alivio en las tasas hipotecarias se estaría frenando.
"El mercado externo ha venido tomando mayor relevancia como fuente de financiamiento de los actores domésticos", dijo el economista jefe de Coopeuch, Felipe Ramírez. Con un mayor posicionamiento de inversionistas extranjeros en la renta fija local, señaló, las tasas largas domésticas y externas "naturalmente tienden a tener ahora mayor correlación". Y el efecto llega a los hipotecarios. "Van de la mano con las tasas largas reales", afirmó.
"Si las tasas largas suben, difícilmente veremos que las tasas hipotecarias bajen. Por esto, las tasas hipotecarias estarían amarradas a lo que pase afuera.
Según Ramón Domínguez, de MBI, las expectativas de inflación en Estados Unidos podrían hacer caer las tasas. Pero también habría elementos locales a considerar.
"Una aprobación de una reforma donde gran parte de la cotización adicional sea bajo el actual DL 3.500 y el régimen de inversiones" podría ayudar a bajar las tasas largas, sostuvo Aránguiz, de Aurea.
