Latinoamérica se distingue por su amplia diversidad cultural entre sus aproximadamente 650 millones de habitantes, distribuidos en 30 países. Estos atributos han favorecido el surgimiento de diversas empresas y startups, que destacan a nivel mundial por sus innovadoras propuestas de negocio y su potencial de crecimiento.
Según el Global Entrepreneurship Monitor (GEM) 2023, América Latina lidera los niveles de actividad empresarial en el mundo, con una tendencia de crecimiento en la creación de nuevas empresas y startups.
El informe revela que en países como Puerto Rico, Chile, Brasil y México, tres de cada diez personas están iniciando y dirigiendo nuevos negocios, con planes de empleo que incluyen la contratación de al menos seis personas en los próximos cinco años. Este dinamismo se ve reflejado en las cifras del Reporte de Venture Capital en LATAM, que indica una inversión de 2.783 billones de dólares en startups de la región durante el año pasado, a través de 724 rondas de inversión.
Alejandra Winter, Directora del programa Soft Landing de CIC (Cambridge Innovation Center), que apoya la internacionalización de startups en el mercado estadounidense, asegura que hay varios factores que impulsan esta tendencia y que hacen que las empresas latinas sean atractivas para el mundo:
Soluciones para problemas puntuales:
Las startups latinas se destacan por ofrecer soluciones a problemas críticos y específicos que aportan un valor significativo a sus clientes. "Se trata de soluciones ‘must-have’ (que se deben tener) en vez de ‘nice to have’", comenta Winter. Este enfoque en necesidades imprescindibles garantiza un mercado estable y comprometido.
Potencial de crecimiento:
Estas empresas cuentan con estrategias sólidas a corto, mediano y largo plazo, esenciales para asegurar la rentabilidad futura y el control del destino empresarial. "La tracción debe ser potente", añade Winter, destacando la importancia de un plan de negocios bien sustentado.
Equipos diversos y visionarios:
La diversidad y las experiencias de vida de los emprendedores latinos los vuelven resilientes y constantes. "Son personas que han enfrentado dificultades y saben superar obstáculos, buscando consolidarse tanto en sus mercados locales como en el extranjero", explica la directora del CIC.
Creatividad y bootstrapping:
La capacidad de iniciar negocios con recursos limitados es un sello distintivo de los emprendedores latinos. "La falta de acceso a capital privado fomenta una mayor creatividad y compromiso", señala Winter, contrastando esta actitud con la dependencia de inversión que se observa en Estados Unidos y Europa.
Cultura local:
Winter resalta que los emprendedores chilenos, en particular, se benefician de una cultura empresarial que es directa, pragmática y eficiente. Esta característica facilita la adaptación en mercados exigentes como Estados Unidos y Japón, acelerando el proceso de expansión internacional. “Dentro de nuestro entorno latino, somos los más directos, pragmáticos, eficientes y rápidos a la hora de concretar negocios. Por eso tenemos una adaptación más fácil que otras culturas, lo que a su vez acelera el proceso de llegada a nuevos mercados”, concluye.
