Si hubo un gran damnificado en el mundo empresarial tras los temporales de mayo en la zona central fue Enel. Y es que, en los últimos días, la compañía ha sido duramente cuestionada por autoridades y otras empresas, debido a los cortes que afectaron a sus clientes en medio de las lluvias.
La lentitud para restablecer el servicio -mayor a la de otros países de la OCDE- asoma como uno de los principales focos de cuestionamiento.
La situación no es menor: durante las primeras lluvias (el 7 de mayo) alrededor de 180 mil clientes de Enel quedaron sin luz y 11 mil de ellos sin el suministro por más de 48 horas. En el segundo episodio, a mediados de mes, en tanto, la cifra llegó a los 50 mil.
Si bien las críticas venían desde hace un tiempo -sobre todo desde los clientes-, tomaron una notoriedad distinta en los últimos días. ¿La razón? El cuestionamiento del CEO del Colbún, quien, a través de LinkedIn, emplazó a la empresa. A él se sumaron alcaldes y otras autoridades.
"Basura de servicio"
El 17 de mayo, cuando en Santiago llovía como pocas veces en el año, José Ignacio Escobar, CEO de Colbún, subió a LinkedIn una publicación -que luego borró- que dejó a muchos atónitos. "Invito cordialmente a los ejecutivos, ejecutivas, directores y directoras de Enel Chile que vengan a vivir una semana en mi casa para que vivan en carne y hueso la basura de servicio que entregan", escribió
En otro posteo, agregó: "No descansaremos hasta terminar con la concesión y utilizaremos todas las vías legales y públicas para que este abuso, que se da en varias comunas de Santiago, termine de una vez por todas".
Víctor Tavera, gerente general de Enel, se vio en la obligación de responder. En la misma publicación, comentó: "Sr. Ecobar. Lamento profundamente la situación que comenta, vamos a revisar la zona que usted señala a la mayor brevedad y le contactaremos por los canales formales".
"Llevamos 2 años en esto. Hemos agotado todas las instancias formales. Ya basta Víctor, es una burla y una vergüenza a tus propios compatriotas", replicó Escobar.
Según recogió El Mercurio, el episodio no cayó bien dentro de la compañía. "No es la forma de relacionarse de los Matte, el grupo siempre se ha caracterizado por un estilo sobrio, discreto, prudente, sensato y juicioso", señaló una fuente al medio citado.
Por lo mismo el presidente de Colbún, Hernán Rodríguez, y el vicepresidente, Bernardo Larraín Mattem se comunicaron entre ellos tras el episodio. Al tato, Rodríguez llamó a Escobar para transmitirle sus reparos por la forma utilizada en su descargo y la forma que usó para ello.
Además, para bajar la temperatura a nivel interno, también hubo explicaciones a los trabajadores de Colbún, por medio de un mensaje escrito por Escobar. "Sin duda, las formas son tan importantes como el mensaje, y la manera como expresé mi desahogo y frustración no fue la adecuada", reconoció.
De todas formas, y si bien con los días las aguas se fueron aquietando, el episodio dejó al descubierto -de manera algo cruda- la situación que atraviesa Enel, que no ha dejado de ser debatida luego de los temporales.
Las críticas de las autoridades
Los cortes y la demora en la reposición de la electricidad no solo colmaron la paciencia de Escobar, sino que también la de varios alcaldes, que presentaron una demanda colectiva en contra de la compañía, la segunda que recibe producto de los problemas en medio de las lluvias de las últimas semanas.
Así, la presidenta de la Asociación Chilena de Municipalidades, Carolina Leitao, y otros alcaldes de la capital, como Emilia Ríos de Ñuñoa, Tomás Vodanovic de Maipú, Claudio Castro de Renca y Jonathan Opazo de Lampa, presentaron la acción legal en contra de Enel y CGE. Esto, además, junto a la Corporación Nacional de consumidores y Usuarios (Conadecus), el gobernador de Santiago, Claudio Orrego, y el gobernador de Ñuble óscar Crisóstomo.
"Todos entendemos que un frente de mal tiempo puede causar problemas y dificultades, pero para eso tenemos que tener equipos de emergencia y las empresas tienen que responder ante los consumidores (...) así como las empresas que cobran un servicio también tienen que estar dispuestas a responder cuando ese servicio no es prestado", señaló Leitao.
"Que las empresas indemnicen a todas las personas que no han tenido suministro eléctrico por el tiempo y también por el daño que esto ha generado a la calidad de vida de ellas", indicó, por su parte, el Gobernador Orrego.
Estos episodios también han gatillado llamados de atención por parte de la superintendenta de Electricidad y Combustibles (SEC), Marta Cabezas, quien antes del temporal de la semana pasada llamó a ejecutivos de Enel para instruirlos frente a los efectos que podrían provocar las lluvias sobre los usuarios de la RM.
El 7 de mayo, "al constatar, tempranamente, que Enel estaba teniendo problemas con la recuperación del suministro, se citó a sus principales ejecutivos para exigirles que mejoraran el desempeño y pudieran recuperar los suministros cuanto antes. Verificando el mal desempeño de la empresa, y la mala calidad de la información entregada a la autoridad, le formulamos cargos, los que están en proceso de espera de los descargos", manifestó Cabezas.
La defensa de Enel
Hace poco más de una semana, Enel decidió salir a contestar los cuestionamientos. En entrevista con El Mercurio, el gerente general de la compañía sostuvo que "veníamos con muy buenos indicadores y este fue un episodio especial".
"El problema se generó en el retardo en la reposición porque tuvimos del orden de 8.000 fallas en cuatro días, las principales son las que llamamos domiciliario, que es la recuperación uno a uno", explicó.
"Tenemos un sistema eléctrico que responde, pero también es verdad que sin realizar modificaciones al marco normativo, va a ser muy difícil que podamos enfrentar fenómenos cada vez más frecuentes y más profundos. Un tema muy importante es que los clientes nos tienen que llamar para que sepamos que están sin suministro", añadió también.
Cortes mayores que los de otros países
Uno de los cuestionamientos que más se ha hecho a la compañía tiene que ver con la demora para restituir el servicio. Y es que, al parecer, la reposición en Chile estaría alejada de lo que ocurre en otros países de la OCDE.
Según una ex autoridad del sector contactada por El Mercurio -que optó por mantener su identidad en reserva- "con los países OCDE tenemos diferencias. Nosotros estamos en horas de interrupción y ellos ya están en minutos de interrupción (en un año)".
Datos del Banco Mundial sobre un índice de interrupción de la luz (Saidi), actualizado hasta 2019, muestra que en otros países OCDE, como España, era de 0,5 horas; en Alemania llegaba a 0,3 horas; en Italia, para ese año el índice arrojó 1,3 horas. Para Chile, en tanto, llegó a las 2,9 horas.
"La mayoría de los cortes tienen que ver con la acción de los choques, acción de terceros, acción de objetos, vientos, caídas de árboles. Y todo eso tiene responsables", dijo a El Mercurio la ex autoridad.
Y añadió: "Cuando alguien deja caer un árbol, que está en un bien nacional de uso público, o de un predio privado, existe un propietario de ese árbol. Existe la forma de perseguir las cosas, lo que pasa es que eso significa que hay gente que va a estar sin servicio mientras eso se recupera".
¿Problemas de regulación?
Un alto ejecutivo de la industria de distribución señaló a El Mercurio que si bien Chile exhibe un promedio de interrupción de abastecimiento eléctrico de 13,5 horas por cliente versus minutos en Madrid o Roma, solo como referncia hay que considerar que en la media de la OCDE las cuentas de la luz pagan por concepto de distribución un 35% más, pero también un 40% menos en costos de generación de energía.
Por eso -dijo al medio citado- las compañías tienen un mayor margen para invertir en más redes.
Agregó que la política energética a 2035 establece como meta en Chile rebajar a cuatro horas el promedio anual de interrupción y luego a una hora en 2050, "y para eso se requieren inversiones que hay que pagar. El sector ha invertido US$1.300 millones en los últimos cuatro años, en un periodo en donde no ha habido tarifa eléctrica conocida".
El gerente de regulación de Enel Chile, Daniel Gómez, explicó al medio citado que los cortes son mayores en Chile que en otros países porque "en España la gran mayoría de las redes son subterráneas, mientras que en Santiago el 80% de la red es aérea. La red aérea es más vulnerable a los eventos climáticos, pues se encuentra expuesta a las ramas de árboles que caen".
Añadió, en ese sentido, que "Para mejorar la calidad de servicio es necesario incentivar inversiones que fortalezcan las redes existentes. El soterramiento es una medida, pero el enmallamiento y la digitalización y automatización de redes puede resultar más costo/efectivo".
Asimismo, explicó que "para robustecer la red de distribución se requiere de una modernización de la regulación. La regulación chilena fue diseñada hace 40 años con el objetivo de incentivar inversiones a mínimo costo. Ese objetivo se cumplió. Hoy el desafío es incentivar inversiones en digitalización y refuerzo de redes para mejorar la calidad y para ello se requiere una regulación que dé certezas e incentive a largo plazo".
La situación financiera de la compañía
Si bien Enel como grupo tuvo resultados positivos en el primer trimestre de 2024, la filial Enel Distribución -apuntada por los cortes de luz- pasó de las ganancias de $1.187 millones en el primer trimestre de 2023, a pérdidas equivalentes a $1.684 millones en el mismo periodo de este año.
La compañía -de capitales Italianos y con presencia en varios países- vivió hace un mes un cambio en su directorio. En la instancia, su presidente, Herman Chadwick, dejó la compañía, a la vez que resaltó que "continúa siendo una empresa chilena que se debe al país, a los chilenos, y a nadie más".
El directorio finalmente en Chile quedó conformado por la abogada María Teresa Vial, presidenta de la Cámara de Comercio de Santiago; el ingeniero Pablo Cruz, director profesional de empresas; Pablo Cabrera, consejero de la Cámara de Comercio Asia Pacífico; las ejecutivas italianas Monica Girardi e Isabella Alessio y el gerente general de Enel Green Power, Salvatore Bernabei.
