El ritmo de los cambios tecnológicos en el ámbito laboral está avanzando a gran velocidad. De acuerdo con un informe del Foro Económico Mundial sobre el "futuro del empleo", la adopción de nuevas tecnologías seguirá siendo un factor clave para la transformación empresarial en los próximos cinco años. Más del 85% de las organizaciones encuestadas identifican una mayor adopción de tecnologías innovadoras y la expansión del acceso digital como las tendencias más probables para impulsar cambios en sus organizaciones.
Frente a este escenario, la Inteligencia Artificial (IA) aparece como una alternativa interesante frente a la selección de currículos, la redacción de descripciones de puestos de trabajo y la gestión de tareas administrativas diarias. ESET, compañía líder en detección proactiva de amenazas, analiza los beneficios que ofrece esta tecnología y plantea cuestiones críticas sobre la equidad, la parcialidad y la privacidad.
“La IA presenta inmensas oportunidades para transformar los procesos de contratación, permitiendo a las organizaciones identificar y atraer a los mejores talentos de manera más eficaz en menos tiempo. Sin embargo, la adopción generalizada de la IA en la contratación también crea riesgos en torno a la parcialidad, la privacidad y la responsabilidad. Mediante la aplicación de buenas prácticas, las organizaciones pueden superar estos desafíos y aprovechar la IA de manera responsable para lograr sus objetivos de contratación, manteniendo los principios de equidad, inclusión y autenticidad”.
Camilo Gutiérrez Amaya, Jefe del Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica
Beneficios de la IA en la contratación
Selección más rápida de candidatos: Los modelos de IA pueden automatizar la selección de currículos, permitiendo preseleccionar postulantes en función de su adecuación a los criterios deseados. Esto ahorra tiempo y esfuerzo a los reclutadores, que ya no necesitan revisar cientos de solicitudes manualmente.
Mejora de la experiencia del candidato: Chatbots y asistentes virtuales basados en IA proporcionan respuestas inmediatas a los postulantes, garantizando una experiencia fluida y atractiva durante todo el proceso de contratación, mejorando la percepción de la marca empleadora.
Toma de decisiones basada en datos: Las herramientas de Inteligencia Artificial utilizan análisis predictivos para identificar a los mejores candidatos, basándose en datos históricos y métricas de rendimiento. Esto permite tomar decisiones informadas y precisas.
Mejora de la diversidad y la inclusión: Algunas plataformas pueden mitigar el sesgo inconsciente al anonimizar la información del candidato y centrarse únicamente en cualificaciones y habilidades, promoviendo así la diversidad y la inclusión en la contratación.
Retos y riesgos de la IA en la contratación
Sin embargo, ESET también aclara que las nuevas tecnologías traen consigo una serie de riesgos y desafíos en su implementación en los procesos de selección:
Sesgo algorítmico: Los modelos de IA pueden perpetuar sesgos históricos si se entrenan con datos sesgados. Esto podría afectar negativamente la equidad en la contratación.
Falta de transparencia: Muchos algoritmos de IA operan como "cajas negras", dificultando la comprensión del proceso de toma de decisiones y la corrección de posibles sesgos.
Privacidad y seguridad de los datos: El uso de grandes cantidades de datos en la IA para contratación requiere robustas medidas de ciberseguridad para proteger la privacidad de los datos tanto de la empresa como de los candidatos.
Supervisión humana y rendición de cuentas: A pesar de la eficiencia de la IA, la supervisión humana es esencial para interpretar correctamente los resultados generados y abordar posibles errores o problemas éticos.
Cumplimiento legal y normativo: Esta tecnología en la contratación debe cumplir con diversas leyes y normativas, incluyendo aquellas contra la discriminación y las de protección de datos, para evitar repercusiones legales y daños reputacionales.
