El economista y miembro del Grupo de Política Monetaria (GPM), Tomás Izquierdo, abordó esta tarde los indicios de desglobalización que se han comenzado a dar en el mundo y entregó su opinión en torno a lo que podría ocurrir con nuestro país.
En ese contexto, Izquierdo señaló que "Chile puede perfectamente descolgarse de esta tendencia proteccionista que está muy referida al ámbito industrial y tecnológico, y que va a estar más centrada entre Estados Unidos y China y entre Europa y China, principalmente".
En esa línea, el gerente general de Gemines recalcó que "seguir beneficiándose de la posibilidad de comprar con araceles cercanos a cero, sobre todo bienes de capital que vengan de cualquier parte del mundo. Yo creo que esa debe ser la política de Chile".
"Chile -añadió- siempre ha sido a lo largo de las últimas décadas un país bastante líder a nivel global en materia de apertura comercial y creo que eso en ningún caso tenemos que ponerlo en juego".
Las declaraciones de Izquierdo se dan precisamente en un contexto en el que Chile ha avanzado en materia de acuerdos comerciales. En una línea no demasiado similar a la que está predominando en otros lugares.
Y es que el país solicitó la semana pasada su incorporación al pacto comercial más grande del mundo: la Asociación de Naciones del Sudeste Asiática (Asean). El acuerdo representa el 28,9% de la población mundial e integra en un acuerdo de libre comercio a cerca del 30,8% del PIB global.
Izquierdo, además, se refirió de manera muy concreta a las situaciones -tildadas por algunos como "proteccionistas"- que se han dado en Chile.
"La situación excepcional de la discusión sobre sobretasas al acero chino espero que sea una cuestión muy excepcional. No tiene ningún sentido. Chile no tiene una producción manufacturera industrial más elaborada, relevante para nada y desde esa perspectiva no somos parte de esa guerra", indicó.
Por últomo, subrayó: "El mundo que va hacia la globalización permite que los bienes y servicios se produzcan donde es más eficiente hacerlo y eso desplaza la curva de potencial de crecimiento global y estamos lamentablemente en la línea contraria".