Atravesar por la pérdida de un empleo quizás es una situación a la que probablemente no se pueda escapar, ya sea por una razón de fuerza o un despido por necesidades de la empresa, muchas personas pueden vivir esta experiencia. Según los expertos y la misma Organización Mundial de la Salud (OMS), la pérdida laboral es el tercer impacto más potente en las personas, le anteceden la pérdida de un familiar o persona cercana y la separación con la pareja.
Marisol Aguayo, Directora de Talent Solutions Right Management Chile, explica que la pérdida del trabajo es un proceso doloroso y desafiante. Asegura que las personas de manera natural se resisten al cambio, especialmente cuando este trae consigo múltiples pérdidas, como estabilidad financiera, la separación de compañeros de trabajo, pérdida de una rutina ya establecida, pérdida del sentido de permanencia a la organización, entre otras, y se verá exacerbada cuando adicionalmente existe una percepción de injusticia.
Este tipo de pérdida no solo afecta la estabilidad financiera, sino que también puede impactar profundamente el bienestar emocional y mental. Al igual que cualquier otra forma de duelo, es clave que se aborde esta experiencia con comprensión y estrategias efectivas para superarla. Aguayo indica que, “este duelo conlleva las mismas etapas que la pérdida de un ser querido: negación y shock, ira y frustración, negociación y hasta depresión”.
Impacto emocional por la pérdida
Según María Jesús García - Huidobro, gerenta de desarrollo de negocios de Trabajando.com, las personas pueden pasar por un proceso de duelo tras perder un empleo, lo cual puede desencadenar una serie de emociones y reacciones similares a las que se experimentan con otras pérdidas significativas.
“Es importante señalar que este proceso puede variar según la situación. Para alguien que anticipaba la desvinculación, la reacción tiende a ser más racional y controlada, ya que parte del proceso de duelo probablemente comenzó antes de la pérdida del trabajo. En cambio, para alguien que no esperaba la noticia, la reacción puede ser más intensa y sorpresiva”.
María Jesús García - Huidobro, gerenta de desarrollo de negocios de Trabajando.com
Por su parte, Aguayo dijo que algunos de los impactos emocionales que se pueden experimentar incluyen:
Ansiedad y preocupación: Las personas se preocuparán por cómo sobrevivir sin un ingreso estable y cómo enfrentar los desafíos financieros.
Sentimientos de rechazo: La pérdida del trabajo puede hacer que el afectado sienta que no es valorado o rechazado, incluso si la causa no fue personal.
Baja autoestima: Quien enfrente esta situación puede que pensar que sus habilidades y valía como profesionales no son las mejores, lo que afecta el autoestima.
Miedo al futuro: Habrá ansiedad por enfrentar la incertidumbre del futuro.
Aislamiento social: Las personas podrían alejarse amigos y colegas por vergüenza o incomodidad.
Para enfrentar esta experiencia, García – Huidobro, explicó lo que implica la resiliencia, definida como la capacidad de adaptarse positivamente a situaciones difíciles y de recuperarse frente a la adversidad, la cual es una excelente aliada para afrontar este duelo. “Es fundamental reconocer y validar las emociones que surgen durante el proceso. Sentir tristeza, enojo, frustración o cualquier otra emoción es un primer paso hacia la aceptación y la eventual recuperación. También asumir que un despido es parte de la vida de muchas personas y no define quienes somos”.
¿Cómo retomar la carrera laboral?
Las personas en desempleo, estén o no en proceso de búsqueda activa, pueden comprender y transitar mejor esta etapa con algunas herramientas. De acuerdo con Talent Solutions Right Management de ManpowerGroup, encontrar un nuevo propósito después de perder un trabajo involucra reflexionar sobre los intereses y habilidades, alinearlos con valores personales y objetivos, y explorar nuevas oportunidades profesionales, todo esto puede dar un impulso para retomar con fuerza en el mundo laboral.
En esa misma línea, García – Huidobro añade que también es necesario definir metas claras y alcanzables, como completar un curso de formación, a corto plazo, o iniciar un nuevo negocio, en el largo plazo. “Algo que sin duda siempre ayuda, es mantener contactos profesionales, participar en eventos de networking y explorar recursos en línea como plataformas de empleo que pueden ayudar a descubrir nuevas oportunidades laborales y conectar con personas que brinden apoyo y orientación”, señaló la vocera de Trabajando.com.
Finalmente, Aguayo recomendó a quienes estén atravesando una etapa de desempleo considerar el uso de recursos de apoyo, como consultar programas de empleo, participar en grupos de apoyo y utilizar servicios de orientación laboral. Aquí algunas de sus sugerencias:
Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (SENCE): Proporciona programas de capacitación y reconversión laboral para personas desempleadas, ayudándolas a adquirir nuevas habilidades y competencias.
Sistema de Protección Social (SPS): Ofrece beneficios como el seguro de cesantía, que proporciona un ingreso mensual temporal a quienes han perdido su empleo involuntariamente.
Agencias de empleo y portales de trabajo: Utilizar recursos en línea para explorar oportunidades laborales y conectarse con reclutadores.
Networking: Participar en eventos de networking, conferencias profesionales o grupos de LinkedIn para expandir la red de contactos.
Gestión de redes: Gestionar los contactos, independiente del grado de cercanía que tengas con ellos, para aumentar las oportunidades laborales.
Redes de apoyo comunitarias y grupos de desempleados: Es ideal participar en redes de apoyo locales, grupos en redes sociales, y asociaciones de profesionales desempleados puede proporcionar apoyo emocional, intercambio de experiencias y oportunidades de networking.
