Presionado por varios frentes, incluido su partido Demócratas, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció el domingo lo que ya muchos esperaban: no buscará la reelección. Un revés histórico que se produce a menos de cuatro meses de las elecciones.
Y la reacción del mercado a la decisión de Biden y su apoyo a Kamala Harris -su vicepresidenta- ha sido hasta ahora bastante moderada: un indicador de Bloomberg sobre la fortaleza del dólar cayó un 0,1%, mientras que el rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años cayó dos puntos básicos.
Los demócratas se enfrentan a la tarea de unirse en torno a un nuevo candidato a pocas semanas de su convención, y deben recuperar terreno rápidamente frente al favorito republicano Donald Trump.
Los inversionistas llevan semanas apostando por el regreso de Trump a la Casa Blanca, reduciendo sus tenencias de bonos estadounidenses a largo plazo y comprando bitcoines, entre otras cosas.
Ahora, están considerando si el "Trump Trade" sigue vigente. La incertidumbre puede traducirse en volatilidad para los mercados, aunque por ahora, gran parte de la atención se centra en los resultados y las perspectivas de la política monetaria.
"Estamos más centrados en la cadencia del ciclo económico que en el resultado de las elecciones", dijo el estratega de Morgan Stanley Michael Wilson. "Si bien los mercados han estado asimilando las crecientes probabilidades de una victoria de Trump, el alza cíclica a partir de ahora probablemente dependerá del crecimiento".
Los contratos de futuros del S&P subieron un 0,5%, mientras que los futuros del Nasdaq 100 subieron, lo que indica una recuperación parcial de la caída del 4% de la semana pasada. El índice europeo Stoxx 600 subió más del 1%, poniendo fin a una racha de cinco días de pérdidas.
Para los analistas en este momento los bancos centrales pueden ser el problema más urgente.
La Fed de EE.UU. y el Banco de Inglaterra tienen que tomar decisiones la semana que viene, pero toda la atención se centró el lunes en China, donde el banco central aumentó el apoyo a la economía con sorpresivos recortes de las tasas de interés.
Los movimientos se producen después de que la falta de estímulos a corto plazo en una importante reunión del Partido Comunista decepcionara a los inversionistas, pero los modestos recortes no lograron entusiasmar a los mercados y las acciones chinas cayeron.