El trabajo remoto, con su flexibilidad y comodidad, puede ser un arma de doble filo para los colaboradores. Aunque brinda beneficios muy bien valorados como libertad y autonomía, también trabajar desde casa puede ser un ambiente propicio para la procrastinación (posponer las tareas). Según los expertos, la clave para no caer en este hábito radica en mantener la disciplina y gestionar el tiempo de manera eficaz.
Las distracciones en el hogar son una de las principales razones por las que las personas procrastinan más al teletrabajar. Esto se debe a la presencia de numerosos elementos que pueden provocar la postergación de tareas laborales, sumado al reto adicional que representa el entorno digital.
Expertos explican que la procrastinación no es solo aplazar tareas; es un complejo fenómeno psicológico donde se evitan deberes urgentes a favor de otros menos importantes. En el trabajo remoto, sin la estructura de una oficina tradicional, es fácil caer en esta trampa.
“La procrastinación tiene un componente psicológico y hemos visto que el teletrabajo también ha fomentado algunas prácticas que tienden a fomentarla. Por eso algunas empresas están transformando el teletrabajo desde una “nueva normalidad” a un beneficio. Las compañías están tratando de tener más instancias cara a cara, porque a distancia, para un jefe es más difícil hacer seguimiento a las tareas diarias de sus equipos”.
Gilbert Leiva, CEO I-ED y Presidente de la Mesa de Capital Humano de la Asociación Chilena de Empresas de Tecnologías de la Información (ACTI)
Para Matías Sánchez, CEO de Datalized -desarrolladores de soluciones con base tecnológica, utilizando herramientas y metodologías de Business Intelligence y Machine Learning-, “la procrastinación aumenta el estrés y la ansiedad, dado que es fácil caer en un espiral de no hacer nada, que pase el día y te encuentres con que no has terminado con tus responsabilidades. Esto hace que la calidad del trabajo disminuya y afecte negativamente la productividad, perjudicando las relaciones laborales y el cumplimiento de metas”.
Lo que pueden hacer las empresas
Aunque cada trabajador debe ser responsable de gestionar su tiempo de manera efectiva, Mauricio Peñafiel, CEO y fundador de Lifebox, indica que los empleadores juegan un papel crucial en ayudar a sus equipos a evitar la procrastinación. En este sentido, recomendó implementar las siguientes capacitaciones en empresas con empleados remotos o en modalidades híbridas:
Mentalidad ágil:
Se enfoca en la adaptabilidad, la colaboración y la respuesta rápida a los cambios. Esta filosofía promueve la flexibilidad y la mejora continua en los procesos de trabajo. Con estas habilidades, se ayuda a los equipos a ser más receptivos y eficientes, permitiendo una mejor gestión del tiempo y una reducción en la procrastinación.
Método Kanban:
Kanban es una técnica visual para gestionar el trabajo a medida que avanza por un proceso. Utiliza tarjetas o post-its en un tablero para representar tareas, ayudando a visualizar el flujo de trabajo. Facilita la identificación de cuellos de botella y promueve la transparencia y la eficiencia, lo que reduce las demoras y mejora la productividad.
Método Lean:
Es una metodología que se centra en la eliminación de desperdicios y la maximización del valor para el cliente. Involucra la optimización de procesos y la reducción de actividades innecesarias. Mejora la eficiencia y la efectividad de los procesos laborales, ayudando a los empleados a enfocarse en tareas importantes y a evitar la procrastinación.
Design Thinking:
Es un enfoque centrado en el usuario para la resolución de problemas, que involucra la empatía, la ideación, la prototipación y la prueba de soluciones. Fomenta la creatividad y la innovación, motivando a los equipos a abordar los desafíos de manera proactiva y a reducir la tendencia a posponer tareas.
Agilidad emocional:
Entregar herramientas para facilitarles su agilidad emocional, o sea la capacidad de una persona para gestionar sus pensamientos y sentimientos de manera saludable y productiva, ayuda a los empleados a manejar el estrés y las emociones negativas, lo que puede reducir la procrastinación y aumentar el bienestar general y la productividad del equipo.
Claves para esquivar la procrastinación
Trabajar desde casa plantea incógnitas que aún se están resolviendo, especialmente para aquellos no acostumbrados a esta modalidad. Sin embargo, cuando el teletrabajo se implementa correctamente, puede reducir los niveles de estrés, lo que a su vez disminuye el absentismo laboral.
Según Leiva, la inteligencia artificial puede ayudar a mitigar los problemas asociados con la procrastinación, mejorando el rendimiento de quienes procrastinan. Aunque no elimina la mala práctica, proporciona herramientas para cumplir con las tareas a tiempo. “Estudios de Coursera muestran diferencias significativas entre quienes utilizan IA y quienes no. Las tecnologías permiten que la procrastinación se gestione gradualmente, evitando resultados negativos y ayudando a entender que no es simplemente pereza”, señaló el vocero de la ACTI.
Finalmente, Mauricio Peñafiel, explicó que “la procrastinación es un desafío común que puede abordarse eficazmente mediante el desarrollo de power skills (habilidades poderosas). Estas habilidades, como la autodisciplina, la gestión del tiempo, la comunicación efectiva y la adaptabilidad, son fundamentales para mantener la productividad y el enfoque en un entorno de home office”.