De acuerdo con cifras de la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento, el número de microempresas que entraron en proceso de liquidación en 2023 aumentó en un 23,6% respecto al año anterior. En el caso de las medianas empresas, la variación fue de 8,5% en el mismo período.
Ante este escenario no tan positivo, las pymes que buscan financiamiento deben considerar varios factores antes de acudir a una entidad financiera. Diego Plaza, analista financiero tributario de Maxxa, fintech de servicios financieros para pymes, recomendó una serie de consejos para que los emprendedores puedan acceder a crédito sin poner en riesgo sus negocios.
Determinar capacidad de pago
Plaza sugiere que el primer paso es realizar un análisis financiero interno. Este análisis permite a la compañía determinar su capacidad de pagar el crédito. “El análisis sirve para calcular una serie de indicadores que serán útiles, como el patrimonio, el EBIDTA y las utilidades de la compañía, entre otros. Esta información será útil para darle garantías a la entidad financiera y, de paso, determinar el monto adecuado a solicitar”, afirma Plaza.
Un indicador relevante obtenido del análisis financiero es el ingreso de la compañía. Según Plaza, el valor de un crédito prudente no debe superar el 35% de los ingresos mensuales de la pyme. “Por ejemplo, si mi negocio tiene ingresos por $10 millones, lo ideal es que el préstamo no supere los $3.500.000”, explica el analista.
Los escenarios básicos
Tras el análisis financiero interno, las pymes pueden proyectar el nivel de riesgo de su crédito a través de tres posibles escenarios: optimista, conservador y pesimista.
“El cálculo de los escenarios funciona como una ecuación. En el caso del optimista, el financiamiento inyectado permitirá aumentar las ventas en un 20%, manteniendo los costos operativos controlados y pagando las cuotas del crédito con facilidad”.
Diego Plaza, analista financiero tributario de Maxxa
En el escenario conservador, los costos operativos y las cuotas pueden pagarse con facilidad, pero las ventas solo aumentan en un 10%. La peor proyección es el escenario pesimista: aunque las ventas se incrementan levemente, los costos son inestables y dificulta cancelar la deuda.
“Para optar por un escenario optimista o conservador, debo asegurarme que el crédito solicitado esté balanceado con los costos y el flujo de caja de mi pyme. Es indispensable hacer todas las simulaciones posibles para lograr el equilibrio perfecto: si el financiamiento solicitado asegura un incremento en las ventas, mantiene intactos los costos y no perjudica mis ahorros, entonces será una operación segura”, señala Plaza.
Comprender la relación entre la deuda y el capital
El nivel adecuado de deuda depende del capital invertido en la empresa y la manera en que consigue dinero para operar. Al tener una estructura de capital equilibrada, las compañías utilizan poco dinero prestado para crecer y tienen suficiente capital propio para mantener la estabilidad.
“Imagina que has invertido $10 millones de tu propio dinero como capital inicial para establecer el negocio y has obtenido un préstamo de $5 millones para comprar materiales. En este caso, tu estructura de capital es equilibrada, ya que te permite utilizar el dinero prestado para expandir tu negocio, al tiempo que mantienes un control sobre la empresa al tener una porción significativa de capital propio”.
Diego Plaza, analista financiero tributario de Maxxa
Según el analista, el equilibrio entre deuda y capital se puede determinar a través de un instrumento similar al ratio de endeudamiento. Para ello, recomienda hacer la división entre cuánto gasta y vende la pyme. “Si la proporción es igual o superior a 1 estás mal y no tendrás capacidad para endeudarte. El ratio ideal es máximo 0,6”, concluye.