Los masivos y prolongados cortes de luz tras los temporales de la semana pasada han puesto en medio de la discusión a la industria eléctrica y, en particular, a la empresa Enel, que distribuye el servicio en gran parte de la Región Metropolitana.
Hasta hace unas horas, aún eran 393 mil los clientes sin suministro eléctrico a nivel nacionales, de los cuales más de 200 mil correspondían al centro del país. Esto, desde que iniciaron los cortes el viernes. Tres días completos sin luz.
En medio de la impotencia, una serie de propuestas se han comenzado a discutir. Y mientras algunos apuntan a regular con más eficiencia a este tipo de empresas, otros van más allá y se inclinan por nacionalizar.
Pero, ¿cómo funciona la industria eléctrica en Chile? ¿Son las mismas compañías que generan la electricidad las que luego las llevan a hogares y comercios? ¿Qué papel juega, por ejemplo, Enel, una de las empresas sobre la cual han recaído los reclamos?
La industria eléctrica en Chile
En Chile el mercado de la energía eléctrica se divide en dos grandes grupos: el de los clientes libres y el de los regulados. En el primero están las grandes empresas y la minería. Ellos, por su alto consumo, negocian libremente con las generadoras.
En el otro grupo están los hogares y las pymes. Es el de los clientes regulados, que en julio sufrieron el alza en las cuentas de la luz.
Para este segundo grupo la industria opera a través de tres tipos de empresas: generadoras, transmisoras y distribuidoras. Cada una cumple un rol determinado en la cadena del mercado de la energía.
Según explicó hace un tiempo a Emol Claudio Seebach, ex presidente de Generadoras Chile y decano de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la Universidad Adolfo Ibáñez, son las empresas de generación las que producen la energía eléctrica. De ellas -dice- hay centenares. Operan con proyectos solares, eólicos, hidroeléctricos de embalses y pasada,y centrales a carbón o a gas natural, entre otros.
Las principales generadoras son hidroeléctricas, en concreto, centrales de embalse. Le siguen de cerca las termoeléctricas.
Esta industria es abierta y distintas compañías, mientras cumplan con los requisitos pueden entrar a competir. Su rol, tal como lo dice su nombre, es generar energía.
Entre las generadoras se encuentran empresas como Enel Generación (distinta a Enel distribución, sobre la que suelen caer los reclamos), Colbún y GPG.
En una segunda etapa está la industria de la transmisión. Seebach destacó que esta equivale a "las carreteras que llevan la electricidad de donde se produce a donde se consume". A diferencia de las compañías dedicadas a la generación, las de transmisión están reguladas; es decir, el Estado impone sobre una planificación sobre ellas.
Así, se les cobra una tarifa parecida a lo que se conoce como peaje, por llevar la electricidad a distintos sectores. Aquí es posible encontrar compañías como ISA, Transelec o Saesa.
Por último, están las distribuidoras. Estas se encuentran en las ciudades y en los sectores en donde están los clientes. Tienen un doble rol: operar la red física (cables, por ejemplo) y vender la energía a los clientes.
En concreto, los clientes están forzados a contratar para esto a la empresa distribuidora de la ciudad. Es aquí donde por ejemplo, en la Región Metropolitana, está Enel Distribución. Es esta empresa la que debe sostener cables y la infraestructura necesaria para que la electricidad llegue a los clientes.
Además de Enel Distribución, en este segmento están Chilquinta y CGE.
El desempeño de las empresas
Enel Generación Chile es una de las principales generadoras. Cotiza en la bolsa de Santiago, donde forma parte de las 42 empresas que componen el IPSA y también registra operaciones en la Bolsa de Nueva York.
Según información oficial, es propietaria de 24 centrales, de las cuales 16 son hidroeléctricas; 6 térmicas que operan con gas o petróleo; y dos centrales eólicas.
El directorio de Enel Generación es presidido -desde abril- por el abogado Julio Pellegrini, quien además es miembro del Consejo Asesor del Centro de Libre Competencia. Lo componen además Giuseppe Conti, Cristiano Bussi, Donata Susca y Elisabetta Barberi.
El análisis razonado de la compañía, correspondiente al primer trimestre de 2024, indica que el resultado neto atribuible a los accionistas alcanzó una utilidad de $132.872 millones (US$139 millones aproximadamente). Esto implica una cifra un 15,3% menor a la del mismo periodo en 2023.
En el ámbito de las distribuidoras destaca Enel Distribución. En su directorio están Edoardo Marcenaro como presidente, Marco Fadda, Viviana Vitto, Emanuele Brandolini y Maurizio Morrica.
¿Sus números? Al cierre de diciembre de 2023 obtuvo una utilidad de $14.003 millones (US$14,7 millones aproximadamente), muy por debajo de los $22.128 millones (US$23 millones aproximadamente) de utilidad registrados en el periodo anterior.