Una nueva advertencia sobre las situación de las finanzas públicas y el acotado espacio de gasto lanzó el Consejo Fiscal Autónomo, previo a que el Gobierno ingrese al Congreso el proyecto de Ley de Presupuestos 2025, el último erario que ejecutará completamente la administración de Gabriel Boric.
El CFA publicó su informe de "evaluación y monitoreo del cálculo de Balance Estructural y nivel prudente de deuda", documento en el que planteó que las proyecciones de la Dirección de Presupuetos (Dipres) en el reciente Informe de Finanzas Públicas (IFP) "muestran que el estrés de las finanzas públicas se prolongará entre 2025 y 2028, con pequeñas holguras para nuevos gastos".
Las holguras fiscales son la diferencia entre el gasto compatible con las metas del balance estructural que se fijó el Gobierno y los gastos ya comprometidos por el mismo.
Así, el CFA dijo que contar con pocas holguras "reduce la posibilidad de implementar nuevas políticas públicas que impliquen gastos permanentes, salvo que vayan acompañados de fuentes de financiamiento también permanentes". Agregó que este escenario podría mejorar levemente en caso de observarse un cambio relevante al alza en la presentación que se debería realizar mañana de los parámetros estructurales estimados por los comités de expertos, específicamente del precio de referencia del cobre y del PIB no minero tendencial.
Por lo mismo, el CFA subrayó que para que se logre cumplir con las metas de balance estructural y se estabilice la deuda pública, es crucial que el Gobierno y el Congreso "hagan un esfuerzo para que en las próximas leyes de Presupuestos el gasto público no crezca a tasas mayores a alrededor de 1,6% en promedio entre 2025 y 2028".
También "que el financiamiento de activos mediante deuda se mantenga acotado en ese período".
En cuanto a lo primero, el consejo destacó que el estrés de las finanzas públicas proyectado a mediano plazo se hace evidente al analizar la evolución del gasto público compatible con las metas del balance estructural.
"Según estimaciones de la Dipres, el crecimiento promedio del gasto para el horizonte de planificación financiera sería de alrededor de solo 1,6% anual para cumplir con las metas, cifra que contrasta significativamente con el promedio de crecimiento del gasto durante la década previa a la pandemia (2010-2019), cuando el gasto aumentó a un ritmo promedio de 4,9% anual", detalló en su informe.
Asimismo, el Consejo enfatiza que el Ministerio de Hacienda considere una trayectoria del gasto público que posibilite que el esfuerzo fiscal no se postergue para el final del horizonte de planificación financiera 2025-2028.
Sobre el segundo punto, el consejo señaló que las cifras de la Dipres muestran que la deuda pública en Chile ha aumentado en los últimos años no solo por los déficits fiscales, sino que también por movimientos en activos que requieren de financiamiento, como, por ejemplo, la capitalización de empresas públicas o el otorgamiento de préstamos. "Cerca de dos tercios del aumento de la deuda en 2024 se explican por el déficit efectivo proyectado, y el otro tercio se explica por otros requerimientos de capital".
Por otra parte, el CFA valoró que la Dipres haya ajustado sus proyecciones de gasto público para 2024, reduciéndolo en un 0,5% del PIB. Sin embargo, advirtió que esto es insuficiente para que cumpla su meta de déficit estructural de 1,9% del PIB.
Según la entidad, existen riesgos de que el Gobierno incumpla su meta de déficit estructural si es que no se logran sus proyecciones de ingresos fiscales o si no se reduce más el gasto público. "Cumplir con la meta de balance estructural es crucial para la estabilidad de la deuda pública y la credibilidad de la regla fiscal”, enfatizó, instando al Ministerio de Hacienda a seguir haciendo esfuerzos en esta dirección.
Otro de los llamados que hizo el CFA dice relación con la necesidad de que el Gobierno haga un esfuerzo adicional para reconstruir gradualmente el Fondo de Estabilización Económica y Social (FEES) para fortalecer los colchones fiscales, en vista de la tendencia de desacumulación observada en años recientes.
De acuerdo al consejo, esto es importante porque, al cierre del primer semestre, este fondo representa solo un 1,3% del PIB, lo que limita la capacidad del Gobierno para responder con sus propios recursos a futuras crisis, pudiendo forzar al país a depender de financiamientos más costosos.
"Para revertir esta tendencia, resulta imperativo que el gobierno diseñe e implemente una estrategia explícita para recomponer gradualmente los activos del FEES y asegurar su mantención en un nivel entre 5% y 7% del PIB, como ha recomendado el Fondo Monetario Internacional", dijo.
En este contexto, considerando que la deuda pública está cercana a su nivel prudente de 45% del PIB y, además, dado que se requiere la reconstrucción gradual del FEES, el consejo insistió en su recomendación de buscar nuevas fuentes de financiamiento que provengan de la combinación equilibrada de un mayor crecimiento tendencial, nuevos ingresos tributarios, reducción de la evasión y elusión tributaria, y ganancias de eficiencia del gasto público.