El 30 de septiembre. Esa es la fecha límite que tiene Gobierno para ingresar el proyecto de presupuesto 2025 y a partir de ese día comenzará a discutirse en el Congreso.
Por estas semanas, en todo caso, el Ejecutivo ya trabaja en su articulación. Hace ya varios días, de hecho, convocó a los expertos que ya integran los Comités Consultivos del PIB No Minero Tendencial y del Precio de Referencia del Cobre, parámetros clave para definir el espacio de gasto público, quienes el viernes entregaron sus conclusiones.
Los expertos que calcularon el PIB tendencial estimaron un crecimiento de 2,2% para 2025, mientras que proyectaron una expansión del producto de tendencia de 2,1% durante el periodo 2025-2029. En cuanto al precio a largo plazo del cobre, lo proyectaron en US$4,09 la libra promedio. Se trata de dos parámetros clave para poder estimar el espacio de gasto público que tiene el fisco y, por lo tanto, esencial para la confección del erario del próximo años.
El presupuesto de 2025 para el Gobierno tendrá un gusto especial. Y es que se trata del último que se ejecutará por completo durante la administración del Presidente Gabriel Boric, puesto que el que se debata el 2025 caerá bajo la conducción de un próximo mandatario.
Junto con ello aparece la
"presión" por el legado que buscará dejar el Gobierno. Si bien al inicio de la administración no había dudas de que este se intentaría trazar en áreas como educación, medio ambiente o género, hoy parece que apunta más bien a una "estabilización" de la economía y la lucha en contra de la delincuencia. Siguiendo esa lógica, es posible que los recursos apunten principalmente a eso, en un espacio por cierto acotado.
En reiteradas ocasiones el Consejo Fiscal Autónomo (CFA) ha advertido sobre el estrés de las finanzas públicas y el pequeño margen de expansión de gasto que existe en el país. De hecho, en su más reciente informe publicado la semana pasada, el consejo llamó tanto al Gobierno como al Congreso a contener el alza del gasto público, afirmando que es "crucial" hacer un esfuerzo para que en las próximas leyes de Presupuesto -considerando la de 2025- el gasto no crezca más de 1,6% promedio.
Esto, por supuesto, no será una tarea sencilla producto de diversas presiones de gasto que enfrente el Gobierno -sobre todo en un año electoral- y todo deberá ser conversado con el Parlamento, que tiene sus propias expectativas y énfasis: Seguridad, educación, empleo y salud, es lo que en el Congreso se encuentra como prioritario. Así, el Ejecutivo tendrá que ver cómo navegar las aguas para enfrentar su último año.
Las expectativas parlamentarias
La semana pasada el senador Iván Flores (DC) apuntó al Ministerio de Hacienda por las dificultades del país para enfrentar la inseguridad. "Una cosa es el anuncio que pueda hacer cualquier Mandatario y otra es el gasto efectivo", dijo. En esa línea, acusó que la cartera "se convirtió en el tapón para invertir en la seguridad" y también para su "operatividad".
La preocupación de Flores, compartida por otros parlamentarios, puede ser una señal de cómo se dará el debate en torno al presupuesto 2025. Y es que son varios en el Congreso los que ven ese tema como uno de los prioritarios. "Lo principal es seguir mejorando la calidad de vida de las familias chilenas y es clave invertir más en seguridad, en combatir el crimen organizado, fortaleciendo tecnológicamente a las policías y generando redes para abordar de manera sistémica este ámbito", comentó la senadora Ximena Órdenes (Ind) a Emol, consultada por las partidas prioritarias.
Así también lo cree la diputada Marlene Pérez (Ind-UDI). A su juicio, "para enfrentar el crimen organizado como corresponde, necesitamos dotar a Carabineros, la PDI y las FF.AA. de las mejoras herramientas y tecnologías que existan. Las organizaciones criminales están un paso más adelante que nosotros, de manera que no cabe otra opción que aprobar un proyecto robusto pensando en el recrudecimiento de la crisis que estamos viviendo".
El diputado Roberto Arroyo (PSC) también pone sus fichas ahí. "El enfoque del Gobierno debe estar alineado con las necesidades reales de la ciudadanía, y no con la imposición de un legado ideológico. En el presupuesto que se presentará, es crucial que se priorice la seguridad, incrementando los recursos destinados a Carabineros y la PDI, y dotándolos de tecnología avanzada para enfrentar de manera efectiva la delincuencia", explica.
Los otros temas prioritarios
La senadora Órdenes pone un énfasis además en educación, trabajo, salud y transporte público, además de lo que ocurrirá con el alza en las tarifas eléctricas. "Deben disponerse los recursos para que las familias vulnerables y de clase media puedan amortiguar la fuerte alza tarifaria de las cuentas eléctricas", sostuvo.
Mientras, la diputada Pérez aseveró que "tiene que existir un compromiso de Estado por resolver el grave problema de las listas de espera. Durante los últimos años no han aumentado en número de pacientes, sino que también el tiempo en que son intervenidos o atendidos por un especialista. Y para ello se necesita un presupuesto mucho mayor".
Arroyo coincide con eso: "El Gobierno ha fallado en su administración, especialmente al tratar de reducir las listas de espera de manera superficial, en lugar de resolver el problema de fondo. Es evidente que en muchas áreas no han sido buenos administradores".
Desde el PC, en tanto, el diputado Boris Barrera planteó que "una de las partidas más importantes que hay que priorizar tiene que ver con asignar los recursos necesarios o tal vez aumentarlos para poder cumplir con el plan de emergencia habitacional".
También sostuvo que "es importante avanzar en la condonación de la deuda del CAE, así como también en lo que tiene que ver con el pago de la deuda histórica hacia los profesores. Es importante también pensar en formas de aliviar el bolsillo de las personas, sobre todo con lo que tiene que ver con el aumento de las tarifas eléctricas".
Las dificultades a la hora de discutir el presupuesto
El ex subsecretario de Hacienda Alejandro Weber, quien estuvo en la primera línea de las discusiones parlamentarias en la administración del Presidente Sebastián Piñera, aseveró a Emol que "la mejor proyección del Ejecutivo es que no podrán cumplir su meta de Balance Estructural en 2024, aun ajustando el gasto público en cerca de US$ 800 millones. Lo anterior, debido principalmente al bajo desempeño de los ingresos fiscales".
En esa línea, sostuvo: "Si la situación no mejora, el presupuesto del próximo año deberá asimilar el deteriorado desempeño económico, sobre todo en el mediano plazo. Esto significa que no hay espacio para aumentar el gasto, y que la discusión deberá incorporar también la estrechez de los años siguientes, ya que este es el último presupuesto que ejecutará esta administración, y con él comienza a consolidarse la situación que se le entregará a la próxima administración".
"La principal dificultad en la discusión de este año -dijo- además de las materias sectoriales que responden a urgencias de la ciudadanía, debe ser el sentido de realidad de la propuesta: no podemos celebrar un crecimiento de la inversión pública si no se aumenta la capacidad para ejecutar del Estado, ni seguir esperando un aumento de los ingresos si no se dan certezas para impulsar el crecimiento económico".
Por último, añadió que "el foco de este presupuesto seguirá siendo el tema de seguridad pública, porque sigue siendo la prioridad de la ciudadanía. No basta con seguir destinando recursos a políticas si es que no hay una estrategia de largo plazo contundente como Estado. En segundo lugar, los sectores de salud y educación los que hoy concentran cerca del 40% del presupuesto de la nación".