La crisis climática, los desafíos de salud global, la transformación de los valores sociales y un mundo en constante evolución alteran continuamente las reglas del juego. En la actualidad, las empresas deben prestar atención a la globalización, los movimientos geopolíticos y los avances tecnológicos. Además, la llegada de generaciones que han crecido en un entorno digital está revolucionando de forma constante la manera de vivir y trabajar.
Frente a este panorama, ¿cómo deben responder los líderes? ¿Qué características debe tener el liderazgo en un tiempo donde la disrupción y la incertidumbre se han convertido en la norma?
Diego González, CEO de Defontana -sistema de Gestión ERP-; Isaías Sharon, psicólogo organizacional y fundador de Innzpira -desarrolladores de soluciones de People Analytics-; y Gabriela Herra Arroyo, cofundadora de Snap Compliance -empresa de soluciones para la gestión de compliance-, entregan algunas recomendaciones sobre cómo los líderes deben adaptarse al contexto digital actual.
Según ellos, la capacidad para integrar la inteligencia artificial (IA) y otras nuevas tecnologías con una gestión basada en la empatía y la motivación de los equipos es fundamental. Este enfoque, aseguran, crea un entorno donde los colaboradores se sienten inspirados y motivados a generar ideas innovadoras.
La transformación digital, entonces, no solo implica una inversión en tecnología, sino un cambio en la forma de liderar. Ya no es suficiente simplemente dar órdenes o imponer autoridad. “Nos referimos a líderes que no temen desafiar lo establecido, que practican la escucha activa y promueven un entorno donde es seguro experimentar y aprender de los errores”, señaló Isaías Sharon.
Además, destaca que, en los tiempos que corren, las empresas necesitan un liderazgo transformacional. “Estas personas inspiran y motivan a sus equipos con una visión clara, brindándoles la libertad de explorar nuevas ideas. Es como un capitán que no solo tiene claro el destino, sino que también confía en su tripulación para encontrar el mejor rumbo, incluso si eso significa cambiar de dirección en el camino”, aseguró el psicólogo.
Liderar con empatía vs. ejercer autoridad
La diferencia entre liderar un equipo y simplemente ejercer autoridad como jefe es otra clave para fomentar la innovación en las empresas. El experto añade que “liderar un equipo es como ser el director de una orquesta: no tocas todos los instrumentos, pero logras que cada músico dé lo mejor de sí”. Para Sharon, el liderazgo no se basa en imponer decisiones, sino en guiar e inspirar al equipo para que alcance su máximo potencial.
Uno de los grandes errores de los jefes autoritarios, según Sharon, es centrarse únicamente en los resultados sin considerar a las personas. “Un jefe que solo marca metas numéricas y no da feedback constructivo está condenando a su equipo al desgaste y la desmotivación. En cambio, un líder verdadero sabe cómo conectar con su equipo, generar confianza y escuchar sus ideas”, explica.
Gabriela Herra Arroyo también señala que ejercer autoridad de manera rígida puede apagar la creatividad de los colaboradores. “Un enfoque de liderazgo promueve el empoderamiento y la autonomía, elementos clave para la innovación y la productividad. En contraste, ejercer autoridad sin liderazgo puede desmotivar, generar inseguridad y limitar la creatividad”, sostiene. Para ella, un buen líder es aquel que escucha activamente y da espacio para que las personas crezcan y se desarrollen profesionalmente.
Formación de líderes dentro de las empresas
Para asegurar el éxito a largo plazo, las empresas deben identificar y formar a sus futuros líderes. Diego González explica que en Defontana identifican a los potenciales líderes observando a quienes demuestran iniciativa y van más allá de sus tareas cotidianas. “Es esencial ofrecer oportunidades de desarrollo como mentorías, capacitaciones y proyectos estratégicos que les permitan asumir mayores responsabilidades. Además, crear una cultura de crecimiento continuo es clave para que los colaboradores visualicen un camino claro hacia roles estratégicos”, comenta.
Isaías Sharon coincide en la importancia de formar líderes a través de experiencias prácticas. “Un líder no se forma solo en la sala de entrenamiento; se forja en el campo de juego, liderando proyectos estratégicos o resolviendo desafíos reales de la empresa”, sostiene. Según Sharon, herramientas como las evaluaciones de potencial y el feedback 360º pueden ser útiles para identificar a los colaboradores con mayor capacidad de liderazgo.
Por su parte, Gabriela Herra Arroyo dice que es importante implementar una estrategia de formación que integre tanto habilidades técnicas como blandas. “Las empresas deben proporcionar oportunidades de capacitación en habilidades técnicas y emocionales, y crear un entorno donde los futuros líderes puedan asumir desafíos progresivos”, comenta. Además, insiste en el valor de los programas de mentoría, donde los líderes actuales guían a las nuevas generaciones de líderes, promoviendo una cultura de inclusión y colaboración.
Competencias para la era digital
En un contexto de transformación digital, los líderes deben desarrollar una combinación de competencias técnicas y emocionales. Según Diego González, “los líderes deben comprender tecnologías emergentes como la inteligencia artificial y el análisis de datos, pero también deben tener empatía e inteligencia emocional para conectar con sus equipos y manejar la incertidumbre”. Para Gabriela Herra Arroyo, la adaptabilidad y la comunicación efectiva son esenciales. “La transformación digital implica cambios constantes, por lo que los líderes deben ser capaces de adaptarse rápidamente y guiar a sus equipos a través de la incertidumbre”, afirmó.
Isaías Sharon, por su parte, resalta la importancia de la toma de decisiones basada en datos y la mentalidad de aprendizaje continuo. “Imagina un líder que no solo entiende las métricas de negocio, sino que también sabe cómo motivar a su equipo en un día difícil. Ese es el tipo de líder que todas las organizaciones necesitan”, concluyó Sharon.