El proyecto para reformar el sistema privado de salud que esta semana ingresó el Gobierno a la Cámara de Diputados sigue generando cuestionamientos. Si hasta ayer algunas ex autoridades y expertos habían puesto sobre la mesa sus reparos -como la falta de medidas para prevenir la selección adversa o lo inoportuno de no priorizar Fonasa- hoy se sumaron parlamentarios de las comisiones de Salud de ambas cámaras.
En lo grueso, la iniciativa del Ejecutivo propone la eliminación de las preexistencias y de la tabla de factores; la creación de un plan común de salud, que aplicará a los nuevos contratos; una cobertura adicional para enfermedades catastróficas; y la obligación de las instituciones para contratar reaseguros. Todo esto, además de los plazos para la implementación de la nueva normativa.
Si bien la mayoría rescata aspectos positivos, también encuentran deficiencias en el proyecto del Gobierno, que no se limitan solo a lo técnico, sino que también a cuestiones de tiempo y forma.
"El reaseguro encarecerá los planes"
El senador Sergio Gahona (UDI), subjefe de bancada e integrante de la Comisión de Salud, dice que la eliminación de las discriminaciones por preexistencias va en la línea correcta. No obstante, señala que "es conveniente incorporar mecanismos para solidarizar los riesgos, para contener las alzas de precios y que así las personas no vean aumentos de precios que terminen prohibiéndoles acceder al sistema privado".
En esa línea, explica que "el reaseguro que plantea el Gobierno solo encarecerá los planes de salud y se aleja del sentido de seguridad social que queremos darle a las Isapres".
"El Ejecutivo -agregó además- presentó este proyecto haciendo primar la relación con sus parlamentarios y aliados ideológicos, porque si se aprueba tal como está, probablemente colapsará el sistema privado de salud a corto plazo".
En la otra vereda, el senador Juan Luis Castro (PS), también de la Comisión de Salud, rescata asimismo el hecho de que se busque terminar "con la selección de riesgo por sexo, por edad y por enfermedad, o sea, las discriminaciones que han acompañado más de 40 años a las Isapres".
"Sin embargo -asevera también- técnicamente hay aspectos que son deficientes, como por ejemplo los mecanismos de compensación de riesgo o el hecho que se eliminen todas las alternativas que rodeen a un plan único de salud, vale decir, todos aquellos adicionales o beneficios extra que pueden incorporar las Isapres para hacer más atractivos los precios y las conveniencias de los usuarios".
A juicio de Castro, otro asunto problemático es por dónde el Ejecutivo ingresó la iniciativa. "Considero problemático que el ingreso se haya hecho por la Cámara de Diputados, que tiene menos experiencia acumulada en los últimos dos años sobre el fin de la Declaración de Salud y las preexistencias y discriminaciones, a diferencia del Senado, que sí tiene un trabajo bastante serio y profundo con tres informes técnicos de alto nivel que han sido destacados por distintas autoridades", explicó.
En la Cámara de Diputados también hay reparos. Desde la oposición, Andrés Celis (RN), de la Comisión de Salud, señaló que "se establece la obligación de que haya un seguro que deben contratar las Isapres para que se cree un fondo para poder destinarlo a aquellas enfermedades que son más caras, pero entre las Isapres".
Con respecto a ello, sostuvo: "Ese es el gran debate que yo creo que en esta ley va a existir, porque eso encarece la prima, y eso va a producir una fuga masiva hacia Fonasa. Eso podría hacer que aumenten los pacientes o los usuarios de Fonasa, lo cual va a obligar a robustecer el sistema público".
Desde el Partido Radical, en tanto, el diputado Tomás Lagomarsino, de la misma Comisión, lamentó que el Gobierno no haya aún ingresado una reforma a Fonasa. "Estamos dando una muy mala señal a la ciudadanía, producto de que ya discutimos ampliamente la ley corta de Isapres, donde se generó la sensación de que estábamos más preocupados del sistema privado que el sistema público".
"El planteamiento de un reaseguro queda bastante cojo a la hora de compensar el objetivo que tiene el proyecto, que es terminar con las discriminaciones y la preexistencia -añadió-. Y es necesario plantearlo más desde la compensación de los riesgos que desde el reaseguramiento. Y esta es una falencia que espero que podamos mejorar en la tramitación del proyecto de ley que ha ingresado por la Cámara".
Ex superintendente: "Amenaza para el sistema privado"
Héctor Sánchez, ex superintendente de Salud y director ejecutivo del Instituto de Salud Pública de la Universidad Andrés Bello, coincide con que el ingreso por la Cámara de Diputados hará más difícil la tramitación de la iniciativa. "Me imagino que eso fue evaluado y creo que en el fondo manifiestan una voluntad política, respecto de su interés de que este proyecto salga o no salga aprobado durante este Gobierno", explicó.
Desde lo técnico, en tanto, Sánchez sostuvo que "la eliminación de la selección al ingreso permite una libre movilidad de las personas dentro de las Isapres, pero también permite la libre movilidad de las personas entre Fonasa y las Isapres. Y en un contexto como el que estamos viviendo, en que Fonasa tiene más de 2,5 millones de personas en lista de espera, podríamos esperar que todas aquellas personas que están en las listas de espera van a querer resolver sus problemas. Y si en las Isapres no hay ninguna limitación para su ingreso, indudablemente que esta situación puede ser una amenaza tremenda para el sistema privado".
Por último, dice que "dado que no se establecen fondos compensatorios por riesgo, y lo que se establece es un reaseguro (...) también hay que mirar el detalle; cuál es la característica bajo la cual se plantea, de que este reaseguro se ejecute y se desarrolle".