No solo elecciones presidenciales vivió Uruguay el pasado domingo, sino que también hubo dos plebiscitos que fueron rechazados, uno de los cuales fue seguido con atención por los inversionistas locales e internacionales en ese país, dado el efecto en diversas dimensiones que pudo haber generado.
Se trató de un referéndum para concretar una reforma a la seguridad social para hacer profundos cambios al sistema de pensiones, promovida por la principal central sindical de ese país y apoyada por parte del Frente Amplio uruguayo.
El otro plebiscito, también rechazado, fue impulsado por el oficialismo para habilitar allanamientos nocturnos como una política de seguridad.
En cuanto a la reforma previsional que se proponía, esta no alcanzó el 50% de los votos que necesitaba para salir adelante.
"No logramos el objetivo central que teníamos establecido. No lo logramos con la votación que nuestra ciudadanía desarrolló en el día de hoy. De confirmarse esta tendencia, que todo indica que es así, nosotros no le vamos a llamar victoria a lo que no lo es y vamos a reconocer el resultado", declaró el líder del movimiento sindical, Marcelo Abdala.
La modificación del régimen de seguridad social que fue sometido a votación se remonta a agosto del año pasado, cuando el Gobierno de Luis Lacalle Pou logró que entrara en virgencia una ley que elevó la edad de retiro de los 60 a los 65 años y que además permitía que los jubilados pudiesen optar por mantener la actividad laboral.
Esto provocó que el movimiento sindical promoviera un plebiscito con el objetivo de modificar la ley y la propia Constitución Nacional. Su objetivo era equiparar la cuantía de las pensiones con el salario mínimo nacional y que se pudiese acceder a la jubilación nuevamente a los 60 años.
La propuesta, que incluía el reemplazo de las Administradoras de Fondos de Ahorro Previsional (AFAP, privadas) por un sistema de Seguridad Social gestionado exclusivamente por el Estado, dividió las aguas en el sistema político y el electorado.
Los candidatos a la Presidencia por los partidos de la coalición de Gobierno se mostraron en contra de la iniciativa sindical, mientras que el opositor Frente Amplio (FA) decidió dejarlo a la libre consideración de su electorado, si bien su aspirante presidencial, Yamandú Orsi, se posicionó en contra.
Hasta el popular ex presidente José Mujica aseguró que la medida, de concretarse, "sería un caos".
En tanto, el otro asunto sometido a consulta, la eventual autorización de los allanamientos nocturnos, fue iniciativa de los parlamentarios de la coalición oficialista.
Según artículo 11 de la Constitución uruguaya, "el hogar es inviolable", por lo que "de noche nadie podrá entrar en él sin consentimiento de su jefe, y de día, solo por orden expresa de un juez competente, por escrito y en los casos determinados por la ley".
En este caso, la coalición de Gobierno apoyó la iniciativa, mientras que el Frente Amplio emitió una resolución en la que expresó que la propuesta no era "el mejor camino para solucionar los graves problemas de seguridad", por lo que no la respaldaría.