El 2020 fue revolucionario en términos laborales. Ese año una pandemia azotó al mundo. El miedo al virus, junto a las cuarentenas impuestas por los gobiernos, obligaron a las empresas a adaptarse. El resultado: el teletrabajo, que según los análisis de ese tiempo había llegado para quedarse. Pero el recuerdo de la crisis sanitaria se alejó y las compañías comenzaron a evaluar si se debía volver a la presencialidad.
Hoy el regreso a la oficina avanza e incluso las grandes tecnológicas marchan en esa dirección. Amazon es uno de los ejemplos recientes. La compañía envió una carta a sus trabajadores el mes pasado. En ella, ordenó volver a las dependencias cinco días a la semana, lo que, según The Economist, generó descontento entre los empleados, a quienes además se les dijo que si no les gustaba la política, podían renunciar.
Otras grandes compañías también están implementando la medida, al menos de reducir el trabajo a distancia. El líder de la banca, Goldman Sachs; la auditora y consultora de negocios, PwC; la fabricante de automóviles, Stellantis; y la gigante de las cafeterías, Sturbucks, son algunas de ellas. Parece la tendencia, o al menos lo que buscan los jefes. Un estudio de KMPG, de hecho, reveló las expectativas de estos últimos: el 79% rechazó el teletrabajo a largo plazo.
Pero no todas las empresas siguen la pauta. Spotify es de las que se desmarca. "Nuestros empleados no son niños", dijo la compañía, mientras reafirmó su posición favorable al teletrabajo y la importancia de la flexibilidad para atraer talento. Hay países, asimismo, donde la tendencia se mantiene firme, como en Alemania y España. En este último, de hecho, el 37,5% de las empresas ofreció trabajo remoto a su plantilla, tres puntos por arriba del año pasado, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Tras las órdenes de volver a la oficina se encuentran la percepción de que la presencialidad contribuye a la productividad y de que la colaboración entre los trabajadores se vuelve más fluida. También, hay quienes piensan que absorber la cultura de la empresa es uno de los secretos para que las compañías triunfen. "Ha sido una de las partes más críticas de nuestro éxito", señaló, de hecho, Andy Jassy, jefe de Amazón, cuando mandató el regreso.
De todos modos, la evidencia cuestiona algunas de esas creencias. Estudios sugieren que la productividad no cambia cuando la modalidad es híbrida. Un experimento de la Universidad de Stanford, recogido por The Econmist, no encontró diferencias discernibles en el rendimiento entre quienes se desempeñan en el formato híbrido y quienes asistien siempre a la oficina.
Mientras, sobre la salud mental, los hallazgos apuntan en distintas direcciones. Un estudio de la Universidad Autónoma junto a la Universidad Andrés Bello, sugiere que aumenta de manera significativa la satisfacción con el trabajo. Aunque también reconoce que eleva los problemas de salud mental en el caso de los hombres.
"Al considerar otras dimensiones asociadas al teletrabajo, el bienestar podría empeorar, por ejemplo, como consecuencia de una baja interacción con los compañeros de trabajo, escaso reconocimiento, baja calidad de la interacción con el jefe directo, mayor multitarea y fragmentación del tiempo debido a los límites borrosos entre familia y trabajo", explica Rodrigo Montero, decano de la Facultad de Administración y Negocios de la Universidad Autónoma y autor del estudio.
La situación en Chile
"En Chile, aunque algunas empresas buscan el regreso total a la oficina, la mayoría opta por modelos híbridos, valorando la flexibilidad y ahorros en infraestructura. La presencialidad 100% está presente en sectores como la banca y retail, pero no es la norma", explica Isaías Sharon, director ejecutivo de Innzpira, compañía que se dedica a optimizar la toma de decisiones en recursos humanos.
"En Chile, aunque algunas empresas buscan el regreso total a la oficina, la mayoría opta por modelos híbridos, valorando la flexibilidad y ahorros en infraestructura. La presencialidad 100% está presente en sectores como la banca y retail, pero no es la norma"
Isaías Sharon, director ejecutivo de Innzpira
"Algunas empresas en servicios financieros y retail han vuelto al 100% en la oficina, fortaleciendo la cohesión de sus equipos. Sin embargo, la fuga de talento es un desafío, ya que muchos prefieren opciones flexibles", recalca.
A su juicio, el futuro laboral apunta a modelos flexibles y personalizados. "La tecnología permitirá trabajar desde cualquier lugar, y las empresas adaptarán sus esquemas a las necesidades de sus equipos, priorizando el equilibrio y la autonomía", sostiene.
Para Valentina Ravioly, Senior Manager de LHH RecruitmentSolutions, empresa dedicada a las elección y consultoría de posiciones ejecutivas y estratégicas, el panorama es algo distinto. Según explica, hay una tendencia por volver a la oficina 100% presencial y desde fines de 2023 esta se ha ido anclando en el mercado local.
De todos modos, explica que "si bien hoy en día vemos un mercado que empuja la presencialidad, podemos percibir que cada vez el modelo híbrido/flexible y customizado de acuerdo con áreas y grupos generacionales, es una tendencia que va al alza".
En esa línea, explica que "hemos podido conversar mucho al respecto con diferentes industrias, y hay una convicción de que no puede haber un solo standard o política para todos, ya que no todos tienen las mismas realidades, no a todos les acomoda lo mismo, y no todos alcanzan su máximo potencial de la misma manera".
Desde Grupo Teamwork, Paula Penjean, gerente regional y nuevos negocios, ofrece otra visión. "Pensábamos que en Chile el teletrabajo se quedaría permanentemente, sin embargo, nos hemos dado cuenta que ha sido un fracaso", dice.
"Una de las principales razones -sostiene- son las múltiples distracciones que hay en un hogar por las que las personas procrastinan más al teletrabajar. Esto se debe a la presencia de numerosos elementos que pueden provocar la postergación de tareas laborales, sumado al ‘reto' adicional que representa el entorno digital y/o conectividad".
Por último, explica que en recientes estudios, se ha revelado que en Chile el 50% de las compañías siguen en una modalidad presencial. Mientras tanto, el 38% comenzó a usar un sistema híbrido y solo el 12% mantenía a sus trabajadores en un sistema totalmente remoto.
