Diversos actores de la industria aérea y turística alzaron las voz por una serie de problemas en el aeropuerto de Santiago, puntualmente por la congestión, filas y la larga espera para el ingreso y salida de pasajeros, tanto en vuelos nacionales como internacionales.
Algo sobre lo cual la Contraloría General de la República ya tocó la alarma. Y es que ayer emanó un oficio a a la Dirección General de Concesiones del Ministerio de Obras Públicas (MOP), dando un plazo de diez días hábiles para entregar un informe detallado sobre estos problemas y aclarar si las fallas detectadas son responsabilidad de la concesionaria y/o de otras entidades públicas.
Desde
Nueva Pudahuel - concesionaria a cargo del aeropuerto-, en tanto, señalaron a Emol que
si bien aún no conocemos detalles de este oficio, diversos aspectos de estas etapas del viaje corresponden principalmente al ámbito de responsabilidad de los servicios públicos". De todas formas, la firma expresó su intención de contribuir para dar una "´rapida solución" a los problemas en el terminal aéreo capitalino.
Mayores recursos
En una declaración, la Asociación Chilena de Líneas Aéreas (Achila) urgió abordar estos problemas mediante la asignación de mayores recursos para la Policía de Investigaciones (PDI), considerando que el Congreso actualmente está discutiendo la ley de Presupuestos 2025.
"Resulta indispensable que en la discusión de la ley de Presupuestos en curso, se incorpore un incremento significativo de recursos para que la PDI pueda aumentar su dotación en el aeropuerto"
Según Achila, la falta de personal en los puntos de control migratorio ha sido un problema persistente, que la industria ha tratado con las autoridades en múltiples ocasiones. Preocupación que comparten los otros actores del sector.
La asociación remarcó que la escasez de personal no solo afecta el flujo de pasajeros, sino que además limita el uso de infraestructura instalada en el terminal, como las casetas de control migratorio. "La infraestructura de casetas disponibles no está siendo ocupada integralmente por falta de personal, lo que genera graves retrasos en el control migratorio", expuso la organización.
A esto se suma la ineficiencia de los tótems de autoatención, que según Achila presentan "diversas falencias que lo hacen poco eficaz y demoroso". Carolina Simonetti, gerenta general del gremio, subrayó que, si bien la PDI ha realizado esfuerzos para modernizar el sistema, los avances han sido insuficientes.
"Somos conscientes que las autoridades de la PDI han realizado esfuerzos importantes para impulsar avances tecnológicos, sin embargo, el sistema actual está lejos de cumplir con los estándares de eficacia y rapidez que se espera de una tecnología como la que está en funcionamiento en otros países de la región", puntualizó Simonetti.
"Con todo, la presencia de personal seguirá siendo fundamental, como lo es en todos los grandes aeropuertos del mundo", agregó la ejecutiva, recalcando la importancia del recurso humano en la operación de un terminal de alta demanda como el de Santiago.
La responsabilidad recae en Interior
Helen Kouyoumdjian, gerenta general de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), sostuvo en una entrevista con Emol que, si bien es correcto que la Contraloría consulte al MOP, debido a que este ministerio administra el contrato de concesión, "la respuesta que va a recibir, me anticipo, es que los temas que se están abordando en ese oficio son de responsabilidad de la PDI y, por ende, del Ministerio del Interior y también de la DGAC, lo que se refiere a la seguridad de aviación en el tema de las maletas, que depende de la Fuerza Aérea".
Kouyoumdjian subrayó que el problema no radica en la concesionaria, sino en otros organismos involucrados en la seguridad y el control migratorio. La ejecutiva de IATA, en resumen, sostuvo que la principal causa de problemas en el aeropuerto es la falta de personal de la PDI en los puntos de atención a pasajeros internacionales.
"Hoy día básicamente estamos teniendo entre 5 y 8 funcionarios PDI atendiendo los kioscos, las casetas, en un horario de punta. Necesitamos volver a tener 25 a 30 funcionarios en esos horarios para poder dar fluidez al movimiento", señaló,
Kouyoumdjian enfatizó que, si bien el aumento de personal es una solución a corto plazo, en el mediano plazo se necesita revisar la efectividad de los sistemas de autoatención, especialmente para los ciudadanos nacionales, ya que "no están dando el resultado que esperábamos".
Mirar las experiencias extranjeras
Para Achila, la solución al problema de congestión en el Aeropuerto de Santiago pasa también por mirar experiencias exitosas de otros países latinoamericanos.
"A nivel internacional existe una experiencia disponible que puede servir de base para la solución del problema de congestión que presenta el aeropuerto de Santiago", afirmó Simonetti, quien destacó que la PDI ya dispone de información sobre sistemas tecnológicos en uso en países como Colombia y Argentina, que han demostrado ser eficaces para reducir tiempos de espera sin comprometer la seguridad.
"Los pasajeros deben recibir un buen servicio en toda la cadena del proceso aeroportuario y las actuales demoras deben ser resueltas a la mayor brevedad", subrayó Simonetti, añadiendo que el malestar entre los usuarios y la industria podría escalar si no se toman medidas rápidas y contundentes para solucionar los problemas en el aeropuerto.
En tanto, como solución estructural, Kouyoumdjian planteó la posibilidad de que los controles migratorios sean realizados por personal civil dependiente de la PDI, como ocurre en otros países, y no por detectives.
"Si nosotros le pedimos al Ministerio del Interior que coloque mayor dotación, ese funcionario de la PDI, que es un detective, un policía, está hoy día, necesitamos que esté probablemente focalizado en otras carreras. Y ahí, lo que nosotros hemos planteado (…) es que quien haga el control migratorio sean funcionarios de la PDI, pero civiles, que es lo que ocurre en toda parte del mundo", explicó.
Esta medida, sin embargo, requeriría una reforma legal y sería una solución de mediano plazo, explicó.
A su vez, Mónica Zalaquett, presidenta ejecutiva de Fedetur, calificó como "muy pertinente" la intervención de la Contraloría en este asunto, argumentando que "la solicitud de antecedentes permitirá determinar por qué se están originando estas fallas y, a partir de esa información, que los entes responsables definan las medidas para solucionar los inconvenientes con sentido de urgencia, porque son problemas que se arrastran hace tiempo y que impactan en el turismo".
Para Zalaquett, el conflicto no solo es técnico, sino también de gobernanza, pues asegura que existen "varios actores involucrados, y entre ellos, muchas veces no existe una coordinación adecuada para tomar decisiones y actuar de manera conjunta y eficiente".
El daño a la imagen país
Kouyoumdjian también expresó preocupación por el impacto de estos problemas en la temporada alta de verano, considerando que el aeropuerto es la primera impresión que los turistas internacionales tienen de Chile.
"El turista (…) se lleva esta pésima experiencia y probablemente la comparte con su entorno más cercano, y eso va minando nuestra imagen a nivel internacional. (…) Si yo sé que en Chile el proceso migratorio toma dos a tres horas, bueno, voy a empezar a pensar en alternativas", advirtió, ejemplificando que los viajeros podrían optar por otras rutas, como ingresar a la Patagonia a través de Argentina.
En este contexto, Kouyoumdjian afirmó que es vital que las autoridades chilenas tomen medidas inmediatas para preservar la competitividad del país como destino turístico.
"Tenemos un turismo receptivo que ya se está recuperando a los niveles pre-pandemia (…) pero si nosotros estamos dándole esta atención en la puerta de entrada, la primera cara, la primera experiencia, la verdad es que estamos haciéndolo pésimo como país", concluyó.
Asimismo, la presidenta ejecutiva de Fedetur enfatizó en que "este es un problema que venimos exponiendo hace meses, por el impacto que tiene para la experiencia de los pasajeros en el principal terminal aéreo del país, donde se reportan continuas molestias por las largas filas y tiempos de espera que se registran en las zonas de embarque y policía internacional, lo que afecta la imagen país".
En ese sentido coincide en la importancia de abordar la situación con sentido de urgencia, pues las largas demoras y aglomeraciones en el aeropuerto impactan directamente en la percepción de los turistas que visitan Chile.