SANTIAGO.- Hasta que llegó el día. Esta medianoche se estrenó en las salas de cine nacionales "Star Wars: el despertar de la fuerza", cinta que probablemente se convertirá en una de las películas más vistas de la historia. La séptima entrega de la franquicia se lanza con elevadas expectativas por parte de la audiencia, y con un objetivo claro: hacer justicia a la trilogía original.
El director J.J. Abrams – declarado fanático de la saga-, trabajó en el guión de este nuevo episodio con un escritor clave: Lawrence Kasdan, responsable de "El Imperio Contraataca" y "El retorno del Jedi". Junto a ellos estuvo, además, el ganador del Oscar Michael Ardnt (Little Miss Sunshine). El trío dedicó un año a la elaboración de la historia, de cuyos detalles poco se supo hasta hoy.
Advertencia: los siguientes párrafos contienen spoilers de los primeros minutos de metraje, en los que se presenta el conflicto central
"El despertar de la fuerza" se ambienta treinta años después del triunfo de los rebeldes por sobre el Imperio Galáctico, el cual intenta resurgir mediante la denominada Primera Orden. Esta nueva facción del lado oscuro está en búsqueda de la única persona que consideran una amenaza: el último Jedi, Luke Skywalker (Mark Hamill). El hijo de Darth Vader desapareció de la galaxia años atrás, y ni siquiera su hermana gemela conoce su paradero.
Leia (Carrie Fisher) ahora es General y está decidida a encontrar a Luke antes que los enemigos. Su plan es que su mejor piloto, Poe Dameron (interpretado por el guatemalteco Oscar Isaac) lo encuentre utilizando una única pista: un mapa. El plan parece simple, pero ya en los primeros minutos de metraje queda claro que se complicará.
Ocurre que por ciertas circunstancias, Poe Dameron se ve forzado a entregar el mapa a su androide, BB-8, quien escapa con el archivo. Es entonces cuando comienza la acción. En su camino, el robot conoce a la nueva protagonista de la historia, Rey (Daisy Ridley), y a un stormtrooper rebelde, Finn (John Boyega), quienes se comprometen a protegerlo.
El lado oscuro, por otra parte, tiene una nueva cara: el Líder Supremo Snoke (Andy Serkis), quien cuenta con dos servidores fieles, Kylo Ren (Adam Driver) y el General Hux (Domhnall Gleeson).
Es evidente que J.J.Abrams es un fanático de Star Wars y que la producción fue hecha con sumo cuidado. El mismo director dijo en varias oportunidades que tenía miedo de hacer esta película y que iba a respetar al máximo el espíritu de la primera trilogía. Eso claramente es bueno para los seguidores de la franquicia, pero a la vez provoca un inconveniente: que no hay riesgo. Todo es políticamente correcto a nivel de guión, dirección y montaje.
"El despertar de la fuerza" es una película muy entretenida, perfecta a nivel narrativo y audiovisual, pero en su afán por abordar varias historias e incluir a nuevos personajes, pierde la oportunidad de profundizar en ambos.
Mención especial merece, por otra parte, el regreso de Harrison Ford como Han Solo. La presencia del contrabandista y de Chewbacca (Peter Mayhew) en el filme aportan la mayor dosis de nostalgia.
La película, que se estrena en Chile un día antes de su debut en Norteamérica, sirve de introducción de lo que se verá en los siguientes dos Episodios, a estrenarse en 2017 y 2019.