47 obras visuales de la folclorista se conservan en el Museo Violeta Parra.
Archivo El Mercurio
SANTIAGO.- Si bien en vida compartieron una relación de hermanos, amigos y consejeros, el estrecho vínculo entre Violeta y Nicanor Parra no se repitió entre sus descendientes, quienes periódicamente se ven envueltos en disputas familiares. Tras la muerte del antipoeta, en enero, los conflictos del clan se acrecentaron, principalmente por los temas relacionados con la herencia.
Una decena de obras visuales de Violeta Parra que su hermano conservaba en su acervo a la hora de su muerte, son ahora objetos de disputa entre sus familiares. Isabel Parra, única hija viva de la folclorista y creadora de la Fundación Violeta Parra, reclama los cuadros que durante largos años reposaron en las casas de Nicanor, en Las Cruces y La Reina.
Según consigna hoy La Tercera,
Isabel Parra habría resulto zanjar el tema a través de abogados. "Solicitamos la restitución de las obras en tenencia de los herederos de don Nicanor. Hace par de semanas se hizo formalmente la solicitud", señala a ese medio el abogado
Jorge Frei Toledo. "
El propósito ha sido que la obra se exhiba al pueblo chileno y para eso hay un museo, esa es la finalidad. Recurriremos, si es necesario, a todas las acciones legales", agrega.
En tanto Valentín Ferrada, abogado de cuatro de los seis hijos del autor de "Artefactos" (Francisca, Ricardo, Colombina y Juan de Dios) señala: "Estos cuadros estaban en manos de Nicanor hace muchos años, una parte de ellos desde que murió Violeta. Otros desde antes. La fundación dice que son 17, pero son 14. Pero más allá de la cifra, lo relevante es que Nicanor siempre sostuvo que estos cuadros le pertenecían. Una forma de ayudar a Violeta era comprándole estos cuadros, entonces la sucesión cree que son parte de la herencia".
"Siempre fueron hermanos muy unidos, porqué tener una discusión pública respecto a la propiedad como si se tratara de una fábrica. Ahora estos cuadros están inventariados por la UC y hay un compromiso de restaurarlos", agrega Ferrada. "Si hay coincidencia en los propósitos, si ambas fundaciones, de Nicanor y Violeta, están trabajando en lo mismo, es cosa de hacer las exposiciones comunes", sentencia.
