NUEVA ORLEANS.- "Aunque Katrina nos puso de rodillas, no dejamos que esta tormenta nos destruyera". Tal fue el balance hecho por el gobernador de Louisiana, Bobby Jindal, cuando se conmemora una década desde la tragedia que asoló a la ciudad de Nueva Orleans y afectó a una extensa zona del sur de Estados Unidos.
El recuerdo de las más de 1.800 víctimas que dejaron las inundaciones causadas por el fenómeno y empeoradas por la falta de obras adecuadas para enfrentarlas estuvo presente desde el primer momento este sábado.
Pese a la congoja por el recuerdo de quienes perdieron la vida en la tragedia, muchos habitantes de la ciudad decidieron expresar, a través de coloridos desfiles y bailes, el espíritu que ha hecho célebre a esta ciudad conocida por tradiciones como el "Mardi Gras", como una muestra de esperanza en el futuro.
Otros, en tanto, se unieron a la conmemoración con expresiones críticas al problema de hogares que sigue afectando a numerosos habitantes de sectores pobres. "La vivienda es un derecho humano", rezaba una de las inscripciones esgrimidas por los participantes.
También en la cercana ciudad de Biloxi, en Mississippi, las campanas sonaron en la mañana del sábado a la hora exacta en la que el huracán tocó la costa estadounidense.
Lenta recuperación
Así, 08:29 de la mañana, la hora en la que hace 10 años cedió el primer dique, autoridades locales depositaron coronas de flores en el barrio del Lower Ninth Ward, uno de los más pobres de la ciudad, mayoritariamente habitado por la comunidad negra y el más duramente golpeado por la catástrofe.
Obama:
"Los afroestadounidenses tal vez no sientan que se han recuperado tanto como el resto de la ciudad"
En tanto, unas 400 personas se reunieron en el cementerio Charity Hospital de Canal Street. Los homenajes alternaron palabras entregadas por familiares de los fallecidos con presentaciones musicales.
La reconstrucción, que debió afrontar la inmensa tarea de volver a poner en pie la infraestructura y reparar o volver a edificar cerca de medio millón de viviendas afectadas, derivó en una década en el impulso de un "renacimiento" en la ciudad célebre por el jazz y sus coloridos festivales.
Así lo reconoció el Presidente de EE.UU., Barack Obama, quien se unió el jueves para conmemorar la fecha. Al mismo tiempo, el Mandatario admitió las dificultades que todavía viven muchos vecinos de la zona afectada.
"Los afroestadounideses y los habitantes de otras poblaciones muy afectadas, tal vez no sientan que se han recuperado tanto como el resto de la ciudad pero estoy seguro de que la ciudad se está moviendo en la dirección correcta", declaró.
Otro de los visitantes fue el ex Mandatario George Bush, quien recibió duras críticas durante su mandato por su gestión de la crisis desatada por el huracán que alcanzó categoría 5, la más alta de la escala.
La fuerza del viento y la crecida hizo ceder los diques que protegían la urbe, buena parte de ella situada bajo el nivel del mar. El 80% de la ciudad quedó inundada.