KABUL.- Las tropas afganas repelieron hoy un ataque talibán a Maimana, capital de la provincia de Faryab (en el norte), justo una semana después de que los insurgentes tomaran Kunduz, en su mayor victoria militar desde que fueron expulsado del poder en 2001.
El gobernador en funciones de Faryab, Abul Sattar Barez, aseguró que cientos de talibanes realizaron un ataque que comenzó alrededor de las 19:00 de ayer, hora local (14:30 GMT) y que ha continuado hasta primera hora de hoy, cuando los atacantes fueron repelidos por las tropas afganas con ayuda de la población.
"La lucha continuó hasta el alba y los insurgentes sufrieron muchas bajas y fueron repelidos a unos 20 kilómetros de la ciudad", indicó Sattar Barez.
De acuerdo con el relato de Barez, los talibanes pudieron avanzar al principio hacia la ciudad, pero entonces fueron repelidos con el "apoyo total" de la población local.
Según la fuente, Mawlawi Habibullah, gobernador talibán en la sombra -responsable para esa provincia-, y 13 guardaespaldas están entre las decenas de insurgentes muertos en el ataque.
"Todavía estamos trabajando para confirmar el número exacto de talibanes muertos, ya que dejaron decenas de cuerpos en el campo de batalla", señaló el gobernador interino, asegurando que no ha habido bajas entre las fuerzas de seguridad y la población.
"Ha sido una importante derrota para los talibanes, que querían capturar nuestra provincia como hicieron con Kunduz", afirmó.
Rahmatullah Turkistani, miembro del consejo provincial, indicó a Efe que alrededor de 60 talibanes murieron en el ataque.
El ataque se produce después de que la semana pasada los talibanes conquistaran Kunduz, ciudad que controlaron durante dos días hasta que el Ejército afgano con apoyo aéreo de Estados Unidos tomó de nuevo los principales edificios administrativos y militares, aunque los combates se han mantenido.
En la madrugada del sábado, la aviación estadounidense bombardeó un hospital de Médicos sin Fronteras (MSF) en Kunduz, en una acción en la murieron 12 miembros de la ONG y 10 pacientes.
MSF ha repudiado la acción militar asegurando que tanto el Gobierno afgano como Estados Unidos conocían la ubicación de su personal y considera que la afirmación de las autoridades afganas de que en las instalaciones habían talibanes supone una admisión de un "crimen de guerra".
El ministro del Interior afgano, Noorulhaq Ulomi, indicó ayer en el Parlamento que los talibanes ya no aspiran a capturar un puesto de control o unos pocos distritos, sino que tienen planes de atacar 10 ó 11 de las 34 provincias del país.
El aumento de la capacidad militar talibana y de sus ataques se producen después de que la OTAN pusiera punto final en diciembre pasado a su misión de combate en el país, donde aún mantiene una operación de asistencia y capacitación con alrededor de 4.000 militares.
Estados Unidos aún mantiene la misión de combate o antiterrorista con una dotación de 9.800 efectivos que tienen previsto permanecer en el país hasta final de año.