WASHINGTON.- El futuro político de Ben Carson en Estados Unidos, precandidato republicano a la Casa Blanca, se ensombreció bruscamente el viernes tras difundirse que mintió sobre su juventud violenta y su admisión en una prestigiosa escuela militar.
Este neurocirujano retirado y único contendiente negro en la carrera por la presidencia, codo a codo en la intención de voto con Donald Trump según las encuestas, hizo de su admisión a la escuela militar West Point parte de su historia personal, escribiendo sobre este tema incluso en su autobiografía, "Gifted Hands".
En ella dijo que "recibió una beca completa" para la academia, tras cenar en mayo de 1969 en su ciudad, Detroit, con el general William Westmoreland, famoso durante la guerra de Vietnam.
Esto es un invento, indicó el viernes la publicación digital Politico, en un anuncio que podría tener el efecto de una bomba en las primarias republicanas.
"En 1969, aquellos que hubieran completado el proceso habrían recibido sus cartas de admisión del general adjunto del Ejército", dijo Theresa Brinkerhoff, portavoz de la academia, a Politico, agregando que West Point no tenía conocimiento de que Carson siquiera comenzase el proceso de solicitud.
Tras pasar el proceso de selección, la educación en West Point es gratis para todos.
Sin embargo, en un comunicado, Brinkerhoff no confirmó claramente las revelaciones de Politico, precisando que era posible que West Point no hubiera guardado registros de Carson si éste hubiera resuelto no seguir adelante con el proceso de admisión.
Pero consultado sobre las afirmaciones, el equipo de campaña de Carson reconoció a Politico que la historia de la admisión en West Point era falsa.
En cuanto al general Westmoreland, Politico afirma que no podía encontrarse en Detroit en el momento indicado por Carson, que suele contar su historia personal como ejemplo del sueño americano.
El candidato de 64 años busca seducir al ala más conservadora del electorado republicano con una reputación de integridad moral basada en una fuerte convicción cristiana.
Es además adepto a las declaraciones provocadoras y las comparaciones arriesgadas.