ATENAS.- Cerca de 4.000 migrantes desembarcaron el viernes en El Pireo, la mayoría dispuestos a llegar a la frontera greco-macedonia de Idomeni para seguir su camino hacia Europa.
Pese a un filtro en ese puesto fronterizo por nacionalidades -que no afecta a sirios, eritreos e iraquíes-, Saram, geólogo iraní de 30 años, dijo que no cambiaría sus planes: "Voy a seguir camino hacia Macedonia, a ver qué pasa", dijo.
Unos 2.300 migrantes desembarcaron en El Pireo del barco Eleftherios Venizelos que acababa de arribar de las isla de Lesbos. Más de 1.500 habían llegado más temprano al Pireo en otro ferry, también procedente de la misma isla.
Muchos de los recién llegados, entre ellos familias con niños, subían a autobuses con destino a Idomeni.
Cerca de un millar de iraníes, somalíes o paquitaníes que no pudieron pasar la frontera debido a su nacionalidad, seguían bloqueados el viernes en Idomeni. La víspera unos 200 lanzaron un asalto para intentar forzar su paso a Macedonia.
Para ello, arrollaron alambradas y lanzaron piedras contra la policía macedonia. Otros, una decena de personas que aseguran ser iraníes, están en huelga de hambre.
Las autoridades griegas descartan de momento la intervención de las fuerzas de seguridad para dispersar a los inmigrantes bloqueados. Por ahora intentan convencerlos que retornen hacia el interior del país.
