CIUDAD DE PANAMÁ.- El bufete panameño Mossack Fonseca, envuelto en un escándalo financiero internacional, aseguró hoy a través de un comunicado que mantendrá operaciones en El Salvador, pese al cierre de sus oficinas en ese país centroamericano.
La firma de abogados reaccionó al allanamiento realizado el jueves en sus oficinas en San Salvador por instrucciones de la Fiscalía General del país, luego de que 33 salvadoreños fuesen vinculados con delitos de evasión fiscal y lavado de dinero relacionados con esa empresa.
En un comunicado, Mossack Fonseca adujo que contó con una representación a través de una oficina de abogados en El Salvador, cuya relación comercial terminó el 31 de agosto de 2012. Y añadió que posterior a esa fecha abrió una oficina propia de soporte, "la cual es totalmente independiente a la citada representación".
"Mossack Fonseca no tiene intenciones de cerrar operaciones en la República de El Salvador, por el contrario, en las últimas semanas hemos estado realizando diversos trabajos de adecuación para la mudanza a un nuevo local, por lo cual era requerido el desmontaje de los rótulos interno y externo y el traslado de líneas telefónicas", resaltó la nota aclaratoria.
El bufete, que cuenta con representación en varios países y maneja el negocio de sociedades anónimas, ha sido vinculado a complejas operaciones para la evasión fiscal, incluso en diversas denuncias relacionadas con grupos que escondían obras de arte desaparecidas.
Mossack Fonseca es mencionada en una publicación del diario El Confidencial, de España, debido a que tendría como cliente a una galería de arte en Nueva York que le pidió presuntamente crear una empresa offshore para esconder la identidad de los dueños de un millonario cuadro robado por los nazis.
Sin embargo, tras los escándalos, la firma panameña señaló que se ajusta a los procedimientos legales establecidos en Panamá para la creación de sociedades anónimas, y que no tiene responsabilidad sobre los compradores de esas sociedades que son registradas en el exterior y forman parte de nuevos esquemas.
Mossack Fonseca solicitó al Ministerio Público de Panamá una investigación sobre la "sustracción desautorizada" de información electrónica de los ordenadores de la compañía, que sirvió de base para la investigación periodística.