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Al menos 3 muertos y 18 heridos deja la explosión de una bomba en un mercado al sur de Tailandia

Por medio de un comunicado, la comandancia militar de la zona detalló que el artefacto explosivo se encontraba en una motocicleta, al lado de un puesto que vendía carne de cerdo.

22 de Enero de 2018 | 11:00 | EFE
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Así quedó el mercado Pimonchai de Yala tras la explosión de la bomba.

EFE
BANGKOK.- Tres personas fallecieron este lunes tras la explosión de una bomba en un mercado ubicado al sur de Tailandia, en una región que es escenario de una rebelión musulmana independentista. Entre los que perdieron la vida se encontraban dos budistas, y un musulmán. En el suceso también se registraron 18 personas heridas.

Según indicó la comandancia militar a través de un comunicado, la bomba estaba escondida en una motocicleta que fue introducida en el mercado Pimonchai de Yala, capital de la provincia que posee el mismo nombre, y fue detonada a primera hora de la mañana.

"Hay tres muertos y dieciocho heridos", dijo a la agencia de noticias EFE el vocero de la comandancia militar.

Imágenes de la televisión local PBS mostraron la motocicleta calcinada, pilas de escombros y toldos caídos por la deflagración en el interior del mercado, que fue rodeado por las fuerzas de seguridad.

Según el mismo canal, la investigación inicial cree que el artefacto fue colocado al lado de un puesto de venta de carne de cerdo y activado mediante la alarma de un reloj.

Las autoridades aseguraron que gracias a las imágenes de cámaras de seguridad pudieron identificar a los sospechosos.

Los atentados con armas ligeras, asesinatos y ataques con explosivos son frecuentes en las provincias de Pattani, Yala y Narathiwat, pese al despliegue de 40.000 miembros de las fuerzas de seguridad y la vigencia del estado de excepción.

Según el recuento de la organización Deep South Watch, más de 6.700 personas han muerto en enfrentamientos en la zona desde que el movimiento separatista musulmán reanudó la lucha armada en 2004, después de una década de letargo.

El último Gobierno electo de Tailandia inició en 2013 el diálogo con la insurgencia de esta región, de mayoría malaya y musulmana, pero quedó interrumpido tras el golpe de Estado de 2014.

La junta militar ha intentado reanudar conversaciones con veteranos militantes en el exilio, de las que se ha desmarcado parte del Frente Nacional Revolucionario, el principal grupo insurgente.

Los rebeldes denuncian la discriminación que sufren por parte de la mayoría budista y exigen la creación de un Estado islámico que integre las tres provincias nombradas anteriormente que formaron el antiguo territorio bajo la jurisdicción del sultán Patani.
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