SANTIAGO.- La madrugada del 15 de julio de 2014 fue el momento en que la vida de Nicole Sessarego (21 años ) llegó a su fin. La joven chilena, que residía en Argentina, fue encontrada muerta de 11 puñaladas en el hall del edificio en el que vivía. La justicia argentina vio el caso y condenó a presidio perpetuo a quien era el único sospechoso, el trasandino Lucas Azcona.
A pesar de estar por cumplir cuatro años en prisión, fue recién este miércoles cuando el imputado entregó su primera confesión pública desde que se emitió la sentencia en su contra, en la que relató cómo había sido ese día y esa noche, y cuál había sido su justificación para cometer el delito.
Esa noche, Nicole había salido a bailar con unas amigas a un club nocturno. La joven estudiante de Periodismo se encontraba de intercambio en el país vecino, en donde asistía a la Universidad de Buenos Aires. Mientras iba caminando de vuelta a su casa, Azcona, actualmente de 26 años, la comenzó a perseguir una vez que ella salió de una estación de metro, ubicada a tres cuadras de su residencia en el barrio de Avellaneda.
Sassarego nunca percibió que alguien la estaba siguiendo. El asesino la interceptó cuando pasaron por un lugar oscuro y sin personas alrededor, y
ahí fue cuando le propinó las 11 puñaladas que le causaron la muerte.
A casi cuatro años del crimen, Lucas Azcona entregó su primera confesión en una entrevista realizada por el canal de televisión local Telefe. Según contó, actualmente está consciente de por qué está en el penal de Ezeiza desde hace tres años, y aseguró que "mi causa es homicidio".
"En todo momento me he hecho cargo. Me hice cargo del homicidio que produje por todo un tema de acumulación de iras que tuve anteriormente. Cosas en el trabajo, en la vida, durante muchos años y eso me generó mucha bronca, ira, todo, dentro mío, y a la vez, justo exploté generando eso", aseguró.
Cuando se le preguntó cuál fue el motivo del crimen, sin rodeos apuntó que "todo mi pasado tuve momentos así y a la vez no aguanté ese día y exploté de esa manera, que no fue algo que yo esperaba (...) fue espontáneo, ni yo esperaba que iba a hacer eso". Y recalcó que aún no tiene respuestas para saber por qué realizó dicha acción.
Azcona agregó además que ese día él iba saliendo a trabajar. Se había despertado a las 4:00 de la madrugada, pero no recuerda la hora que cometió el delito. Tomaba la línea 148 en el colectivo, "me bajaba en Constitución y ahí podía tomar un colectivo o subte (metro)". Ese día tomó el transporte subterráneo. "No recuerdo ni la estación ni nada ni donde me habré bajado. Ya estaba con una carga negativa, no sentía nada, tampoco recuerdo nada, ya que estaba completamente ciego", afirmó.
"En todo momento me he hecho cargo. Me hice cargo del homicidio que produje por todo un tema de acumulación de iras que tuve anteriormente"
Lucas Azcona
Cuando se le interrogó sobre las imágenes que habían capturado las cámaras de seguridad, específicamente cuando se le ve saliendo de una estación de metro siguiendo a Nicole, el asesino expresó que "no estaba consciente como puedo estarlo ahora. En ese momento estaba
inconsciente". Aseguró además que vio esos videos con su papá y fue él quien, por la forma de caminar, le preguntó si había sido el culpable, a lo que respondió afirmativamente. "Al siguiente día nos fuimos para la comisaría de Solano y eso no más".
En el transcurso de la entrevista, Lucas sentenció que "en ningún momento he dicho algo que no sea la verdad" y que ahora es consciente de todo. Conoce quién fue su víctima, y también está claro en que su delito fue calificado de homicido agravado con alevosía y femicidio, por lo que fue condenado a prisión perpetua. Según Azcona, es una sentencia justa.
En sus primeros días detenido, el joven confesó que estuvo "completamente solo en una habitación de 5x5 en el hospital. Pensé todos los años que estuve fuera y más, y el hecho que cometí, y todo. Fue muy impactante todas las memorias y sentimientos provocados en ese momento".
Sin embargo, declaró no tener ninguna imagen en su cabeza de dicha noche. "No recuerdo nada. Siempre me he preguntado por qué lo hice. Afuera no me faltaba nada, tenía buen trabajo, vivía bien, vivía como si nada, ni yo tengo una explicación".
Finalmente, aseguró sentir dolor y culpa y que siempre lo acompañan las ganas de querer matarse. Pero enfatizó en que "lo siento por ella y por mí. Pero más por ella. Joven y demás, haciendo eso, quitándole a alguien su hija, no comprendo aún y a la vez no lo puedo explicar".
