MANAGUA.- Durante el cuarto encuentro en la mesa del diálogo nacional que busca una salida a la crisis política y social que vive
Nicaragua hace 37 días, el gobierno denunció este miércoles un
"intento de golpe de Estado". Durante la jornada, se planteó una reforma constitucional y el adelanto de las elecciones de 2022 para el primer trimestre de 2019. La propuesta fue hecha por la
Conferencia Episcopal de Nicaragua, en su calidad de mediadora del diálogo nacional.
"Esta agenda es el diseño de una ruta para un golpe de Estado, es el diseño de una ruta para cambiar el Gobierno", afirmó el canciller de Nicaragua, Denis Moncada.
Moncada insistió que la propuesta "no es consensuada, es una agenda impuesta unilateralmente porque nosotros no la aceptamos". Por su parte, el obispo nicaragüense Silvio Báez rechazó los dichos del Canciller.
"Esto no es un golpe de Estado. Es muy grave esa acusación contra la mesa de diálogo", dijo Báez.
El líder religioso explicó que "como comisión mediadora y testigo de este proceso, hemos elegido una agenda que busque salida a la actual situación atacando el problema de raíz".
"Hemos elegido la vía institucional en base a la Carta Democrática de la OEA y la Constitución de Nicaragua; la vía pacífica y estamos haciendo coherentes con esos objetivos", afirmó.
Hasta el martes, la crisis sociopolítica había cobrado 76 vidas, según cifras de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
La crisis incluye multitudinarias manifestaciones a favor y en contra del presidente Daniel Ortega, que comenzaron con protestas en oposición a unas fallidas reformas a la seguridad social y que continuaron debido a las víctimas mortales de los actos represivos, en su mayoría estudiantes y civiles.
