SANTIAGO.- Como el guión de una teleserie podría describirse la sorprendente historia de idas y vueltas registrada el domingo en torno a la figura del ex Presidente de Brasil Luiz Inácio Lula Da Silva, quien fue el centro de una "guerra judicial" entre dos magistrados que pelearon por su libertad y encarcelamiento, respectivamente.
Desde el 7 de abril el ex Mandatario está cumpliendo en prisión una condena de 12 años y un mes por los delitos de corrupción pasiva y lavado de dinero por el Caso Petrobras.
Pese a la decisión de la justicia, la defensa de Lula alega su inocencia y ha presentado distintos recursos que buscan sacarlo de la cárcel. Da Silva sigue en las encuestas como el favorito para las próximas elecciones presidenciales de Brasil.
Sin embargo, las normas electorales del país impiden presentar un candidato con una condena ratificada en segunda instancia, como es el caso de Lula, por lo que si el Partido de Trabajadores (PT) lo inscribe, las autoridades electorales podrían vetarlo.
Y un hecho le puso más condimento a la historia, luego de que el domingo el juez Rogério Favreto, del Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región con sede en Porto Alegre, ordenó liberar al ex Presidente, revocando la decisión tomada por esa misma corte en segunda instancia. El dictamen, por cierto, causó emoción entre los seguidores del PT. Sin embargo, finalmente esta decisión fue revocada.
"Habeas corpus"
Rogério Favreto, que se encontraba de jefe de guardia del tribunal, concedió un "habeas corpus" -mecanismo que se usa para la detención ilegal- solicitado por diputados del PT, argumentando falta de fundamento jurídico para la prisión del ex Mandatario.
El magistrado determinó la suspensión de la ejecución provisional de la pena y la puesta en libertad de Lula en régimen de "urgencia", por lo que se esperaba que saliera de la cárcel durante la tarde de ayer.
Favreto, de 46 años, según consigna el diario El Clarín, integró las filas del Partido de los Trabajadores entre 1991 y 2010. Estuvo en altos cargos y funciones importantes durante las presidencias de Lula y de Dilma Rousseff, quien luego lo designó en su actual puesto. La decisión no fue bien recibida por el juez que ha llevado el Caso Petrobras, Sérgio Moro.
{Sérgio Moro: el juez que se mantiene firme}
Moro dio por comprobado que Lula se benefició de un lujoso departamento tríplex en la playa a cambio de favorecer a la constructora OAS en la adjudicación de contratos públicos de la petrolera estatal Petrobras. A principio de este año, amplió en primera instancia la condena del ex Presidente de 9 años y seis meses a 12 años y 1 mes.
Durante el domingo, Moro puso en duda al magistrado Favreto. Señaló que el juez federal de turno es "absolutamente incompetente" para ordenar la libertad de Lula, después de que la octava sala del Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región le condenara en segunda instancia y la Corte Suprema votara a favor de su arresto para el cumplimiento de la pena.
Sérgio Moro es un personaje clave en Brasil que primero puso contra las cuerdas al gobierno de la ex Presidenta Dilma Rousseff y luego condenó a Da Silva. También ha puesto tras las rejas a políticos y algunos de los empresarios más ricos de Brasil.
Bloqueo a la decisión de Favreto
Luego de las declaraciones de Moro, un tercer juez, João Pedro Gebran Neto, responsable del caso Lula en segunda instancia, intervino y bloqueó la orden de dar en libertad al ex Presidente.
Gebran Neto es uno de los tres jueces que integran la octava sala del Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región de Porto Alegre. Instruyó que la Policía Federal de Paraná se "abstenga de practicar cualquier acto que modifique la decisión colegiada".
Aunque Gebran Neto hizo este anuncio, Favreto insistió en su decisión y horas más tarde volvió a decretar la liberación del político del PT. Ante este conflicto entre jueces, le tocó el turno al juez Carlos Eduardo Thompson Flores, presidente del tribunal, tomar una determinación.
La última palabra
El presidente del Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región, Thompson Flores, zanjó la batalla judicial entre los dos magistrados y determinó que Lula continúe en prisión.
Flores respondió así a un pedido interpuesto por el Ministerio Público Federal (MPF) para suspender la decisión del juez Favreto. El presidente del TRF, indicó que la decisión sobre la libertad de Lula
es competencia del instructor de Lava Jato y no del juez de guardia.
Ante la expectativa de que el ex Mandatario fuera liberado, decenas de simpatizantes se reunieron a las puertas de la Policía Federal de Curitiba para transmitir su apoyo al líder más popular de la izquierda brasileña, donde se encuentra recluido. Por el momento, tendrán que seguir viéndolo tras las rejas.
